También perjudicó la festividad de Aiquile, en Cochabamba, y la de Todos Santos, informó el viceministro de Patrimonio e Industrias Culturales, Juan Carlos Cordero.
Los bloqueos de los evistas de inicios de año y en octubre afectaron al Carnaval del Oruro y a la entrada de Jesús del Gran Poder de La Paz, que son patrimonios culturales e inmateriales de Bolivia, además de fiestas regionales de Cochabamba y Todos Santos.
El viceministro de Patrimonio e Industrias, Juan Carlos Cordero, dio a conocer el daño que sufrieron las festividades importantes que generan movimiento económico en el país, en entrevista para el programa Dialogando con el pueblo, de las RPO.
“La primera afectación fue al Carnaval de Oruro, que redujo sus servicios turísticos en un 30 por ciento, y eso significa una pérdida económica para los orureños”, informó.
A inicios de este año, el evismo impulsó un bloqueo de caminos que duró 16 días en demanda de elecciones judiciales.
Por este corte de vías, la festividad de Jesús del Gran Poder de La Paz también fue afectada.
Según Cordero, los artesanos, entre bordadores y confeccionistas, no pudieron elaborar los trajes folklóricos porque no tenían la materia prima.
“Bolivia vive de las fiestas culturales y en Gran Poder hay un gran movimiento económico, las familias de artesanos no se han podido proveer de la materia prima por estos bloqueos que han generado perjuicios”, aseveró.
Patrimonio
Tanto la festividad del Señor Jesús del Gran Poder como el Carnaval de Oruro están registradas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Son manifestaciones culturales que reflejan la riqueza de la danza y la música del país hacia el mundo.
Aiquile y todos santos
El segundo bloqueo evista que duró 24 días afectó a la Feria y Festival Nacional e Internacional del Charango Aiquile, que debía llevarse a cabo del 31 de octubre al 2 de noviembre. Esta actividad cultural fue suspendida, indicó Cordero. El corte de vías se inició en octubre por la impunidad de Evo Morales.
La fiesta de Todos Santos también fue perjudicada, una celebración religiosa en la que los bolivianos recuerdan a sus seres queridos fallecidos.
La dirigencia de los interculturales lamentó, en su momento, que Evo Morales no “respete ni a los muertos”.
La Paz/AEP