Si alguien no bloquea vías, los seguidores de Morales le cobran Bs 1.000; y si uno no hace vigilias, Bs 500.
La Paz, 01 de junio de 2024 (AEP).- En el Chapare es un delito pedir obras al presidente Luis Arce. Si algún dirigente lo hace, es expulsado. Esa es la forma de dictadura sindical en esa región impulsada por Evo Morales, denuncian exdirigentes de la Coordinadora de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba.
Las multas son otras medidas dictatoriales impuestas por sujetos ligados a Evo Morales, como Ponciano Santos. Estas van desde Bs 500 hasta Bs 1.000, reveló ayer Gregorio Mamani, exdirigente de la Coordinadora de las Seis Federaciones del Trópico de Cochabamba.
“En el Chapare estás obligado a ir a vigilias y bloqueos. Si no vas a las vigilias o reuniones, te cobran 500 bolivianos, y si no bloqueas, 1.000 te sacan, así se ejerce la dictadura de Evo Morales en el trópico”, denunció.
Recientemente, grupos ligados a Morales convocaron a movilizaciones en el trópico por una serie de demandas sociales, económicas y también políticas, como la exigencia de habilitar al expresidente para las próximas elecciones en virtud de que una sentencia del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) lo impide porque no es un derecho humano la reelección en Bolivia.
Expulsión
La semana pasada, tres dirigentes de dicha coordinadora del trópico fueron expulsados por pedir proyectos al Gobierno nacional para la región. Los afectados son Julio Saavedra, Joel Villca y Nivardo Rivera. Ellos están siendo perseguidos, incluso pesa la amenaza de quitarles sus tierras.
“Es expulsado aquel dirigente que busca reunirse con el Gobierno, con los ministros, por pedir obras”, dijo.
No pasa lo mismo con el trópico de Villa Tunari. Según el dirigente, “es el propio Evo que pide obras, pero no permite que otros lo hagan”.
Sometimiento
En el trópico de Cochabamba se maneja la idea de que el Gobierno va a cerrar el mercado de la coca para someter y sacar a los líderes. La intimidación lo hace el senador Leonardo Loza, denunció el sector.
Uno de los expulsados, Joel Villca, lamentó que lo hayan vetado por reunirse con ministros para gestionar proyectos, “pero no vamos a dejar que siga la dictadura”, dijo.
