La ministra advirtió sobre maniobras de una minoría que pone en riesgo el balotaje del 19 de octubre.
Al conmemorar los 43 años de la recuperación de la democracia en Bolivia, la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, lanzó una dura advertencia contra una “minoría” que, por ambiciones personales y políticas, busca sabotear el proceso democrático. Desde el municipio de La Guardia, donde entregó un moderno mercado y otras obras sociales, la autoridad fue enfática: “Les decimos no a quienes intentan dar un golpe a la democracia”.
Cuestionó que estas acciones amenacen la realización del balotaje del 19 de octubre, poniendo en peligro la estabilidad democrática conquistada con tanto esfuerzo. “No aceptan las reglas de la democracia, cuando pierden buscan torcerla con maniobras peligrosas. Nosotros no tenemos dobles discursos, si decimos defender la democracia, debemos respetarla cuando el pueblo decide”, afirmó, haciendo alusión directa a sectores que promueven la prórroga o bloquean la institucionalidad.
La ministra remarcó que el mandato constitucional del presidente Luis Arce concluye el 8 de noviembre de 2025, y ese día entregarán el poder “con la frente en alto, agradeciendo al pueblo por su confianza”.
A pesar de obstáculos, afirmó que el Gobierno no detuvo su trabajo: “Nos sabotearon, nos bloquearon créditos desde la Asamblea, pero nunca nos rendimos. Más de 61 mil obras hablan por nosotros”, dijo, refiriéndose a proyectos de salud, agua, riego, educación y empleo, entre otros.
Asimismo, lamentó que se haya bloqueado más de $us 1.600 millones en créditos externos, que estaban destinados a obras de alto impacto social como puentes, enlosetados, presas y generación de empleo rápido. “Ese bloqueo económico no solo fue al Gobierno, fue al pueblo”, aseguró, y denunció que hay legisladores que priorizan intereses personales por encima del bienestar colectivo.
La autoridad nacional también defendió las políticas sociales y económicas implementadas por el Gobierno, subrayando que no se tocó la subvención a los combustibles ni se eliminaron los bonos sociales, a pesar de los problemas económicos. “Este modelo económico social productivo prioriza la redistribución de la riqueza, la reducción de desigualdades y la industrialización de nuestros recursos. No nos subordinamos a nadie”, enfatizó.
Destacó que el Gobierno impulsó la construcción de más de 170 plantas industriales en todo el país como parte del salto de la nacionalización a la industrialización. “Cuidamos la democracia, las políticas sociales y los recursos naturales. Creemos en el talento boliviano y en nuestra capacidad de construir un modelo económico propio”, señaló la ministra, reafirmando el compromiso del Ejecutivo con la democracia y el bienestar del pueblo boliviano.
AEP