Seguidores de Morales, como Ponciano Santos y el senador Leonardo Loza, afirmaron que si se “levantan los procesos judiciales, se levanta” el corte de carreteras.
La determinación del Presidente y el apoyo inmediato que recibió de la población derivó en el fracaso del plan de Zúñiga, de romper el orden democrático de Bolivia.