El abogado internacional Thomas Becker recomendó al Estado Plurinacional estar atento ante la deportación de la exautoridad para que no se escape.
El procurador general del Estado, Ricardo Condori, informó que si no existen observaciones en Estados Unidos o una solicitud de asilo, Arturo Murillo podría llegar a Bolivia en dos semanas.
“Si estamos en el primer escenario de que no exista una solicitud de asilo, de que no existiera ningún obstáculo, alguna observación o en su defecto alguna solicitud por parte del señor Murillo, en máximo unas dos semanas ya debería pisar el suelo boliviano”, indicó la autoridad a los medios de comunicación.
Condori explicó que existen tres situaciones ante la deportación de Murillo: la primera es que, considerando los antecedentes de la exautoridad, el Estado norteamericano inmediatamente lo deporte a Bolivia.
La segunda circunstancia sería que la defensa del exministro de Gobierno solicite asilo político, pero debe entregar los requisitos necesarios que avalen su pedido de protección.
“Por los antecedentes que tenemos, no correspondería dicha situación porque no es un tema político ni mucho menos una persecución como tal, en cuyo caso el Estado norteamericano debe inmediatamente rechazar la misma”, alegó la autoridad.
Como tercera situación, en caso de que el pedido de deportación sea a un tercer país, la medida se adoptaría si Murillo contara con una segunda nacionalidad, pero Condori indicó que en el verificativo que se hizo no cuenta con otra nacionalidad.
Agregó que si en Estados Unidos se da validez a alguno de los pedidos, la situación de Murillo recién se conocería en unos dos meses o más. Dicha determinación estaría a cargo del juez de migración.
“El Estado norteamericano, considerando los aspectos del señor Murillo, los antecedentes, inmediatamente debería ser deportado para que este señor se someta a la justicia boliviana”, recalcó.
La autoridad recordó que la exautoridad ya cuenta con dos sentencias, además de órdenes de aprehensión y otros procesos judiciales.
Además, el abogado y activista de Derechos Humanos Thomas Becker informó que el exministro de Gobierno podría ser deportado en cualquier momento, por lo que recomendó al Gobierno de Bolivia estar atento para que no se escape.
“El Gobierno de Bolivia tiene que saber dónde va, si va a ir directamente a Bolivia, cuándo va a llegar, porque no pueden perder la oportunidad de detenerlo”, indicó el abogado.
Murillo salió en libertad del Centro de Detención Federal de Miami, Florida, el 20 de junio luego de cumplir la condena de 70 meses por cargos de soborno y conspiración. Actualmente se encuentra en una oficina del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), esperando a que se le asigne un número para ser deportado.
AEP
