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Zúñiga tenía como plan instalar su Gobierno, su gabinete y llamar a elecciones en 90 días

En las investigaciones se conoció que el general en retiro Tomás Peña y Lillo debía asumir como ministro de Defensa. Según Del Castillo, se desconoce el paradero de Peña y Lillo.

En la jornada del golpe de Estado fallido, el miércoles 26 de junio, el entonces comandante del Ejército, Juan José Zúñiga, tenía planificado derrocar al presidente Luis Arce, hacerse del poder, formar su gabinete y convocar a elecciones en tres meses.

Incluso Zúñiga tenía listo el discurso de posesión y los nombres de su gabinete, según reveló ayer el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, durante una entrevista en el programa Los hechos cuentan, de Bolivia TV.

“En las oficinas de Zúñiga (en el Estado Mayor de Miraflores) existirían personas civiles, militares del servicio pasivo que habrían ocupado comandancias de la Octava División de Ejército en Santa Cruz. Ahí estaban planificando el gobierno de Zúñiga. Llegan los militares a esta reunión (entre Zúñiga y otros comandantes) y Zúñiga les dice: ‘Te presento a tal persona, mi Ministro de Defensa; a tal persona, mi Ministro de la Presidencia’. Hemos logrado secuestrar lo que podría ser el discurso de Zúñiga cuando iba a asumir el poder”, reveló Del Castillo, luego de recapitular lo sucedido la tarde del 26 de junio en relación al fallido golpe.

“El plan de Zúñiga era decirle: ‘Señor Presidente, hasta este momento usted empiece a cesar en sus funciones, en este momento me hago cargo y voy a convocar a una conferencia de prensa para posesionar a mi gabinete y convocar a elecciones en 90 días’”, prosiguió Del Castillo.

La información sobre los planes de Zúñiga fue revelada por el excomandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) Marcelo Zegarra, en sus declaraciones al Ministerio Público. Éste fue aprehendido en el marco de las investigaciones del golpe fallido.

En las investigaciones se conoció que el general en retiro Tomás Peña y Lillo debía asumir como ministro de Defensa. Según Del Castillo, se desconoce el paradero de Peña y Lillo.

La acción militar se preparaba desde mayo, aproximadamente. Se conoce que se dio a los choferes de las tanquetas un curso de manejo en áreas urbanas, en la parte operativa. El propio Zúñiga, en su declaración policial, reveló que el experto en planificación Aníbal Aguilar ya daba cursos desde mayo y le decía que “debía realizar un levantamiento” y tomar el poder.

El ministro advirtió de que factores internos y externos contribuyeron al fracaso del golpe de Estado, como también que Zúñiga no pensó que el presidente Arce lo confronte cara a cara; asimismo, el no arribo de otros miembros de las Fuerzas Armadas y la respuesta de la ciudadanía ante este hecho.

Apuntó, además, a que Zúñiga planificó la liberación de una serie de presos o detenidos con la finalidad de buscar apoyo a su intento de gobernar.

ORDEN DE DISPARAR

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Según Del Castillo, el 26 de junio hubo una “instrucción de disparar al pueblo boliviano”; sin embargo, el responsable de los regimientos militares se insubordina y otro general le dice a Zúñiga: “No hemos venido a matar gente”, explicó.

“El señor Zúñiga había dado incluso la instrucción de disparar a la gente que se encontraba en inmediaciones del Palacio Quemado y de la Casa Grande del Pueblo. El comandante de la Octava División, de acuerdo a algunos hallazgos, le dice que no iba a acatar esa orden y Zúñiga lo amenaza con replegarlo del cargo. Y ese comandante le dice: ‘¿Qué más falta? ¿Qué más podemos hacer? ¿Dispararle al pueblo? Ya todo lo que hemos hecho está mal’”, reveló.

Durante la toma de la plaza Murillo resultaron heridas 14 personas por impactos de balines que fueron disparados por los militares. Varios de ellos tuvieron que ser intervenidos quirúrgicamente, de acuerdo con un reporte del Ministerio de Salud.

Zúñiga; el excomandante de la Armada Boliviana, Juan Arnez; y el excomandante de la División Mecanizada de Viacha, Edison Iraola, fueron los primeros cautelados y encarcelados por seis meses por los delitos de terrorismo y alzamiento armado contra la seguridad y soberanía del Estado.

El sábado en la noche, Zúñiga fue trasladado al penal cochabambino de El Abra, luego de que internos del penal de Chonchocoro, en La Paz, se opusieron a su presencia en ese centro de reclusión.

En una reciente declaración, el excomandante de la FAB Marcelo Zegarra reveló que Zúñiga aseguró que contaba con el apoyo de las embajadas “Americana, de Libia y de la comunidad europea”.


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