Entre las comunidades más golpeadas se encuentra la zona de la Playa, donde el agua arrasó con cultivos, viviendas y estructuras básicas.
La Fiscalía sostiene que todos los implicados participaron de forma activa en una serie de acciones destinadas a alterar el orden constitucional, utilizando fuerzas militares para ingresar a la plaza Murillo, sede del poder político en Bolivia, generando zozobra entre la población y un grave riesgo institucional.








