En la plaza 10 de noviembre, la principal atracción es la Estatua de la Libertad, similar a la de Estados Unidos, aunque la emplazada en la capital potosina en lugar de sostener en la mano izquierda una Declaración de Independencia lleva el Escudo de Potosí.
A las faldas del Cerro Rico de Potosí, como fiel guardián se encuentra la ciudad del mismo nombre o antiguamente conocida como Villa Imperial de Potosí. En el ‘casco viejo’ de esta urbe nos encontramos con claras muestras de la época colonial, tanto en sus calles empedradas y angostas como en su arquitectura donde predominan los balcones, muros de piedra y los techos de teja.
El paseo del Boulevard es uno de sus sitios más concurridos. La historia cuenta que desde las épocas de la Colonia era el lugar donde salían a pasear las mujeres con sus mejores vestidos y eran cortejadas por los galanes adinerados.
Otros atractivos son el Teatro Municipal Modesto Omiste, el colegio Pichincha y su infraestructura, la Catedral de la Villa Imperial de Potosí y otros.
Al llegar a la plaza principal 10 de Noviembre un hermoso arco da la bienvenida al lugar y se observa en el centro la Estatua de la Libertad, que a diferencia de la que se encuentra en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, que porta en su mano izquierda sobre una tablilla la firma de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, escrita en números romanos, ésta porta, en su mano izquierda, el Escudo de Potosí, y en la derecha la antorcha de la libertad.
Hay quienes cuentan que Auguste Bartholdi, el diseñador de la Estatua de la Libertad de Estados Unidos, fue el mismo que diseñó la estatua que engalana la plaza 10 de Noviembre de Potosí.
Otro sitio concurrido y principal destino cultural y turístico es la Casa de Moneda, que se encuentra en la calle Ayacucho, cerca a la plaza principal 10 de Noviembre. En el primer patio encontramos una fuente de agua central tallada en piedra y la máscara con sonrisa burlona, que según se cuenta fue tallada por el francés Eugenio Martínez en 1850. Algunos dicen que representa a Diego Huallpa, quien descubrió la primera veta más rica del mundo en el Cerro Rico de Potosí y otros tantos dicen que es una representación de Baco, el dios griego del vino y la abundancia, lo indudable es que llama la atención y es muy representativo de esta ciudad.
Un segundo patio interior alberga un reloj solar y maquinaria laminadora traída desde Austria, sorprendentemente cada maquinaria funcionaba gracias al trabajo físico y esforzado de esclavos y mulas. En este edificio tan importante en su época se conoce que desde 1574 hasta 1825 se acuñaron monedas para España y a partir de ese año hasta 1953 se acuñaron monedas para Bolivia. En la actualidad es un museo histórico.
En las afueras del ‘casco viejo’ se puede apreciar los restos de una minería explotada y agonizante y mucha pobreza en los habitantes de una ciudad olvidada que en su tiempo fue una de las ciudades más ricas del mundo.
La Paz/AEP