Se trata de la estructura ceremonial más grande y monumental de Tiwanaku, de carácter escalonado, levantada con bloques de piedra y tierra compactada.
El director del Centro de Investigaciones Arqueológicas, Antropológicas y Administración de Tiwanaku (CIAAAT) anunció ayer el inicio de labores de mantenimiento para estabilizar y conservar la pirámide de Akapana, una de las estructuras más representativas del sitio arqueológico de Tiwanaku.
El proyecto cuenta con una inversión de 2 millones de bolivianos.
“Hemos iniciado un proyecto en el cual vamos a estabilizar y generar condiciones para conservar la pirámide de Akapana. Se va a invertir un monto de 2 millones de bolivianos que van a ser ejecutados en la estabilización de plataformas, los corredores de viento y la evacuación de aguas fluviales también, para conservar y preservar. Ahora vamos a trabajar hasta la quinta plataforma, tanto en el sector oeste, norte y levantar los rellenos en el sector norte, altura templete”, informó el director del CIAAAT.
La pirámide de Akapana es una construcción ceremonial de carácter escalonado, levantada con bloques de piedra y tierra compactada.
Tiene una forma rectangular de aproximadamente 257 metros por 197 metros y una altura de más de 16 metros.
Se cree que fue el centro ritual más importante de la cultura tiwanakota, y su diseño incluye canales de drenaje, patios hundidos y plataformas escalonadas que reflejan el alto grado de planificación arquitectónica y simbólica alcanzado por esta civilización andina.
Los trabajos de conservación buscan frenar el deterioro causado por el paso del tiempo, la erosión y la acumulación de aguas pluviales, para asegurar la integridad estructural de este monumento prehispánico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Monolito Fraile.
La “montaña sagrada”, símbolo ritual de Tiwanaku
Algunos estudios arqueológicos identifican a Akapana como una de las construcciones más imponentes de Tiwanaku y su templo mayor.
Esta estructura habría representado la “montaña sagrada”, un símbolo fundamental en la cosmovisión andina, al conectar los planos celestial, terrenal y subterráneo.
En su cima, a 18 metros de altura, se hallaron vestigios de un conjunto ceremonial, mientras que en su interior existen otras estructuras y canales aún no completamente investigados.