La Biblioteca Pública Gunnar Mendoza Loza, de Sucre, fue escenario de un emotivo acto en conmemoración a Jaime Mendoza, un gran ser humano que dedicó su vida al servicio de los más pobres y desamparados, con la entrega de una declaración camaral del Senado.
La noche del viernes 18, en la Biblioteca Pública Gunnar Mendoza Loza, de la ciudad de Sucre, en el departamento de Chuquisaca, se llevó a cabo el acto protocolar de la entrega de la declaración camaral del Senado en homenaje al sesquicentenario del natalicio del ilustre médico, escritor y periodista Jaime Mendoza González (1874-1939).
Las palabras de apertura estuvieron a cargo del presidente de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FC-BCB), Luis Oporto Ordóñez, quien destacó el proyecto de construcción de una obra monumental, única en su tipo en América Latina: el nuevo y moderno edificio del Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia, en Lajastambo. Esta obra será inaugurada en agosto de 2025, con motivo del Bicentenario de Bolivia, coincidiendo con la realización del Congreso Internacional de Archivos; y la incorporación de Matilde Casazola Mendoza en la Biblioteca Biográfica del Bicentenario.
Al referirse al emblemático edificio histórico, donde se llevó a cabo el acto, destacó la labor del célebre director fallecido del Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia (ABNB), Gunnar Mendoza, quien desempeñó esa función desde 1944 hasta su fallecimiento, en 1994.
Además rememoró la conmemoración del Día del Archivista Boliviano, que también coincidió con ese 18 de octubre. Evocó que esta fecha fue declarada en honor a la creación del Archivo General de la Nación, mediante ley de la república en 1883, por voto resolutivo en la Segunda Reunión de Archivos Bolivianos (Cochabamba, julio de 1982). Destacó que esa norma, a la vez, reconoce a Gunnar Mendoza como Maestro de la Archivística Boliviana, título que fue instituido oficialmente mediante Resolución Ministerial N° 799, del 15 de octubre de 2012, del Ministerio de Trabajo.
A la conclusión de su alocución, ponderó la figura y obra del ‘Patricio Boliviano’ Jaime Mendoza, en su faceta de médico, escritor y visionario de la integración del país con la ruta diagonal que lleva su nombre.
Un ilustre boliviano
Seguidamente, se presentó el audiovisual de la vida y obra de Jaime Mendoza, producción del ABNB, a través de un recorrido desde su nacimiento, en Sucre (1874), sus distintas facetas como médico, escritor, periodista, senador de la República, hasta su fallecimiento (1939).
Luego se dio lectura a la Declaración Camaral del Senado N° 360/2023-2024, del 4 de julio de este año, en homenaje a Jaime Mendoza. El documento fue entregado por la senadora Silvia Salame, quien, en su discurso, destacó el deber del Senado de reconocer a las personalidades que han servido a la patria, como es el caso de Jaime Mendoza, un ilustre ciudadano e insigne boliviano, un gran ser humano que dedicó su vida al servicio de los más pobres y desamparados, y cuya estirpe de los Mendoza ha marcado una impronta en las letras y la cultura boliviana.
Labor parlamentaria
El doctor Ignacio Mendoza Pizarro, nieto de Jaime Mendoza, fue el encargado de ofrecer las palabras de agradecimiento y hacer una reseña de la labor parlamentaria de su abuelo, quien fue senador entre 1931 y 1936. En el marco del sesquicentenario de su nacimiento, destacó que este homenaje “implica el rescate de dos principios esenciales en su itinerario existencial, los cuales fueron el servicio al pueblo y el amor a la patria”.
Mendoza Pizarro recordó que la candidatura de Jaime Mendoza fue promovida por la juventud de las provincias, y que su programa principal se centró en la vialidad. Resumió las iniciativas de su abuelo en varios puntos clave: su incansable campaña por la Ruta Diagonal con proyección interoceánica —una de sus mayores “obsesiones” que hoy lleva su nombre con justicia—; su visión geoestratégica de la integración de las regiones del país, un tema que sigue vigente; su posición y lucha solidaria con las comunidades originarias en cuestiones de propiedad, educación, salud y, en general, “sus derechos humanos secularmente postergados”; su batalla contra la “mal llamada” ley de ‘Defensa Social’, contraria a una “doctrina filosófica y económico-social de izquierda”, defendiendo que, como cualquier otra corriente de pensamiento político, debía ser estudiada y considerada.
Mendoza también adoptó una postura pacifista durante la Guerra del Chaco, prestando servicios médicos en los hospitales de Macharetí (Chuquisaca) y Charagua (Santa Cruz). Ignacio concluyó que, después de no ser comprendida muchas veces la labor del legislador Mendoza, decidió finalmente tomar la determinación de “dejar con honor su bancada parlamentaria”.
En agradecimiento al senador Félix Ajpi, proyectista de la declaración camaral de homenaje, y a la senadora por Chuquisaca Silvia Salame, por impulsar este reconocimiento y la congratulación a los archivistas en su día, ponderó el servicio y amor a la patria de Jaime Mendoza como un mensaje poderoso y un legado que cobra especial relevancia en el sesquicentenario de su nacimiento en tan significativo acto de tributo a su memoria.
El maestro violinista Gustavo Orihuela estuvo a cargo del momento musical, interpretando las emotivas piezas Tanto te amé, de Matilde Casazola, y Gracias a la vida, de Violeta Parra.
Poemario Voces de antaño
La segunda parte del acto se dedicó a la presentación del poemario Voces de antaño, a cargo del director del ABNB, Máximo Pacheco Balanza. En su intervención, Pacheco ponderó la valiosa obra poética de Mendoza y reconoció la labor de Gabriel Chávez Casazola, quien impulsó la realización de la segunda edición del libro.
El comentario de la obra fue ofrecido por Chávez Casazola, bisnieto de Jaime Mendoza, quien citó el emotivo epitafio grabado en la tumba de su bisabuelo: “Tal es mi sola ambición, mi solo anhelo de gloria, el vivir no en la memoria, pero sí en el corazón” (fragmento de la poesía inédita Para entonces).
Señaló que con la publicación de la segunda edición del poemario se cumple con el merecido homenaje al sesquicentenario del nacimiento a Jaime Mendoza. Además precisó que, después de 86 años de la primera edición, en 1938, esta es la última obra publicada en vida del poeta, la cual ha sido escasamente difundida y conocida.
Esta segunda edición se realizó en colaboración con Plural Editores y contiene una serie de poemas recopilados por el hijo de Jaime Mendoza, Gunnar Mendoza, quien firma el prólogo con el seudónimo ‘Plácido Supay’.
La sensibilidad de Jaime Mendoza, que evoca un pasado tradicional y su conexión con la tierra, se manifiesta en esta obra, abarcando temas tanto humanos como telúricos, paisajísticos o fenómenos de la naturaleza. Se ha respetado la grafía y ortografía de la época, “así como algunas licencias poéticas ya clásicas”.
Al concluir, Chávez Casazola dio una lectura muy emotiva a cuatro poesías contenidas en el libro: ¿Dónde?, Lluvia, Mi alma no los conoce, y Sucre, en una noche de luna.
La Paz/AEP