El área natural tiene una gran biodiversidad, alberga más de 538 especies de plantas.
La Paz, 08 de octubre de 2023 (AEP).- El área protegida es hogar de una vasta diversidad de especies. La exuberante selva tropical alberga innumerables variedades de árboles, frutas tropicales y animales exóticos. Es una de las zonas más exquisitas en diversidad biológica del mundo.
Una de las máximas representaciones de la biodiversidad natural de Bolivia se encuentra en la Reserva Nacional de Vida Silvestre Amazónica Manuripi, un rico contraste entre flora y fauna, ubicada en el departamento de Pando. Esta área protegida, que abarca aproximadamente 747.000 hectáreas, está en la región amazónica boliviana, una de las regiones más exquisitas en diversidad biológica en el mundo.
La Reserva Nacional de Vida Silvestre Amazónica Manuripi fue creada el 20 de diciembre de 1973, mediante el Decreto Supremo 11252, con el fin de proteger la zona más representativa de los bosques amazónicos de alto valor por su riqueza de especies y diversidad, así como sus valiosos recursos naturales y su cultura extractivista armónica con el desarrollo sustentable, de acuerdo con datos institucionales del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), institución dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAyA), que administra el área natural.
Con la preservación de la reserva, ubicada entre los municipios de Victoria (Puerto Rico) y Arroyo Grande (Filadelfia), de la provincia Manuripi del departamento de Pando, se pretende cuidar el ecosistema de bosque tropical húmedo amazónico, las cuencas hidrográficas, especies de flora y fauna, además de promover el aprovechamiento integral y sostenible de los recursos silvestres que se conservan.
No por nada la naturaleza de este santuario natural pandino fue considerado como el único que conserva diversas especies de flora y fauna, en el Encuentro Trinacional de Bolivia, Brasil y Perú, desarrollado en marzo de este año en la ciudad brasilera de Rio Branco, según el director del Sernap de Pando, Elvis Fernández.
Gran diversidad natural
El área natural tiene una gran biodiversidad, alberga más de 538 especies de plantas. Actualmente, el aprovechamiento de la castaña (Bertholletia excelsa) es una de las principales actividades económicas del norte amazónico y la más importante del mercado laboral regional.
El asaí (Euterpe oleracea) ha ganado relevancia en los últimos años debido a la creciente demanda de este fruto amazónico, tanto en el ámbito nacional como internacional, gracias a sus propiedades nutricionales y su sabor único, que permite la conservación de los bosques.
También destaca el atractivo de la cultura siringuera y castañera de las comunidades y barracas. Actualmente 10 comunidades campesinas, integradas por 600 familias, habitan el área en armonía con la naturaleza.
El área protegida es hogar de una vasta diversidad de especies. La exuberante selva tropical alberga innumerables variedades de árboles, plantas medicinales y frutas tropicales. Destacan los gigantescos árboles de caoba y cedro, que son emblemáticos de la región.
Además, la fauna es típica de la amazonia, donde habitan 150 mamíferos, 501 aves, 77 reptiles, 83 anfibios y 112 peces, según el Sernap.
Una amplia gama de especies de animales, desde jaguares y pumas hasta monos aulladores y tucanes multicolores, habitan la zona. Los ríos y lagunas de la reserva también están poblados de caimanes, nutrias gigantes y una variedad de peces, haciendo de este lugar un paraíso para los amantes de la vida silvestre.
El alto número de animales y la forma ascendente de las curvas de acumulación de las especies para la fauna sugiere que los ambientes están relativamente sanos y que el número de nuevos especímenes seguirá creciendo a medida que se fortalezcan los estudios.
Aguas cristalinas
Los atractivos turísticos de la reserva nacional tienen un paisaje majestuoso, entre ellos resaltan los ríos Manuripi (río de las serpientes), Tahuamanu (río de los ambaibos) y Madre de Dios. El primero alberga el lago Bay, de aguas cristalinas donde se aprecian peces, flora acuática y otros animales silvestres, rodeado por un exuberante paisaje de bosque húmedo amazónico. También está adornado de corrientes hídricas de color oscuro y café lechoso que a la vista parecen entremezclarse.
El río Manuripi da nombre a la Reserva Nacional de Vida Silvestre Amazónica Manuripi. Es un afluente del río Beni y juega un papel crucial en la biodiversidad de la región. Sus aguas albergan una gran variedad especies acuáticas.
El Tahuamanu forma parte de la frontera entre Bolivia y Perú, en la región pandina. Es un río ancho y de aguas oscuras, que serpentea a través de la selva amazónica. Su cuenca es rica en biodiversidad y es un hábitat importante para aves acuáticas y vida silvestre en general.
Mientras, el Madre de Dios fluye hacia el norte a través de la selva amazónica, cruzando la frontera hacia Bolivia, donde recorre una parte significativa de Pando. Es uno de los ríos más importantes de la región y desempeña un papel crucial en el transporte y la vida silvestre de la zona.
Esos son solo algunos de los numerosos torrentes que atraviesan la región amazónica de la Perla del Acre, en Bolivia. Estos cuerpos de agua son vitales para la biodiversidad de la selva tropical, proporcionan hábitats para una variedad de especies y son esenciales para la vida de las comunidades locales que dependen de ellos para la pesca, el transporte y otros aspectos de su subsistencia.
Paraíso que atrae miradas
El santuario natural ha sido objeto de estudio e investigación por parte de numerosos científicos y expertos en el campo de la biodiversidad y la conservación, quienes quedaron fascinados con los encantos de esta selva.
El ecólogo inglés Robert Wallace, quien descubrió el mono tití del Madidi, en Santa Cruz, también hizo investigaciones en la reserva Manuripi, particularmente en relación con la biodiversidad de monos y aves.
Identificó como áreas potenciales de conservación de fauna el noroeste del departamento de Pando, junto con Beni, donde —a su criterio— se encuentra la mayor diversidad de especies primates, incluyendo aquellas con un alto índice de rareza como Callimico goeldii, Cebuella pygmaea y Saguinus imperator.
Por otro lado, José Luis Mena Vásquez, científico boliviano, se ha dedicado al estudio de la fauna en la región, en particular de mamíferos como jaguares y pumas. Sus investigaciones han arrojado luz sobre la ecología de grandes felinos en el área.
Patricia Álvarez Loayza, experta en ecología tropical, ha hecho investigaciones sobre la dinámica de los bosques de la reserva nacional, analizando cómo responden a las presiones humanas y los cambios climáticos.
Estos son solo algunos ejemplos de los científicos e investigadores que han dedicado tiempo y esfuerzo para describir y comprender la Reserva Nacional de Vida Silvestre Amazónica Manuripi. Su trabajo es fundamental para la conservación de este valioso ecosistema y para el conocimiento científico de la biodiversidad en la región amazónica de Bolivia.
Cómo llegar
El espacio verde es un regalo de la naturaleza que ha resistido el paso del tiempo. Sus selvas prístinas, sus especies únicas y sus paisajes impresionantes lo convierten en un destino inolvidable. Es un recordatorio de la importancia de la conservación de los países naturales y de la protección de la biodiversidad.
El bosque y su manejo es un potencial para recorridos guiados. La clave para aventurarse en el Manuripi es primero llegar a la ciudad de Cobija, capital del departamento de Pando. Desde la ciudad hay vehículos que viajan hasta el municipio de Filadelfia, donde es crucial llegar para visitar el área.
Una vez hecho el registro en el puesto de control del Sernap, se puede ingresar al santuario natural manteniendo las recomendaciones y la ley suprema, ya que en el lugar todo se preserva y no se contamina.
El turismo sostenible está tomando un papel cada vez más importante en la reserva. Visitantes de todo el mundo tienen la oportunidad de explorar la belleza natural de Manuripi a través de actividades como senderismo, avistamiento de aves y paseos en canoa. Estas acciones son guiadas por expertos guardaparques del Sernap que promueven la conservación y el respeto por el entorno natural.
Es que la Reserva Nacional de Vida Silvestre Amazónica Manuripi desempeña un papel crucial en la conservación de la biodiversidad en Bolivia y en todo el mundo. La protección de este valioso ecosistema es esencial para mantener el equilibrio ecológico en la región amazónica. Las autoridades bolivianas, en colaboración con organizaciones de conservación, trabajan arduamente para proteger este entorno natural único. La zona está bajo estrictas regulaciones para garantizar la sostenibilidad de la vida silvestre y la flora.
Al ser un tesoro de biodiversidad merece ser explorado y protegido. Su rica variedad de flora y fauna, junto con los esfuerzos de conservación y el turismo sostenible, hacen de este lugar un destino único para los amantes de la naturaleza y un importante bastión de la conservación en América del Sur. La preservación de este entorno es esencial para las generaciones futuras y para el bienestar del planeta en su conjunto.
