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Requiem por Rina García, una comunicadora disruptora

La vida y el legado de Rina García son evocados a través de conmovedores testimonios que subrayan su profunda pasión por ayudar a los demás. Aunque su luz se apagó prematuramente entre los mortales, hoy brilla intensamente en un lugar mejor, donde almas como la suya seguro encuentran su hogar.

César Vallejo dijo: “Hay golpes tan fuertes en la vida…”. Esta es una de esas ocasiones. Citando al poeta peruano inicio esta elegía rememorando a la compañera y amiga Rina García que hace tres años, el 24 de junio de 2021, nos dejó. Bueno al menos físicamente. Nos dejó huérfanos. Este mundo se ha oscurecido con su partida. Pero en realidad, el 23 de junio de 2021, ya se le estaba escapando la vida. La noche de San Juan. Su llama se le estaba apagando. Este es un homenaje que revive las primeras horas de la fatídica noticia en que la muerte le había ganado la pelea.

“Esta mañana costó escuchar la devastadora noticia de que Rina se había ido de este planeta. Las esperanzas de verla bien y llena de vida se derrumbaron. Entonces una serie de reflexiones sobre la vida y esta peste nos asaltó: ¿Cuán seguros estamos de que una persona joven nos va a acompañar por años? Si no estamos seguros de ello, ¿cómo podemos sacarle la substancia a cada instante? ¿Cómo podemos saber cuán valiosa es una persona sino cuando la perdemos? ¿Estamos preparados para la muerte de un ser querido joven?

Y después de esas reflexiones caemos en cuenta que no tenemos tiempo para postergar la felicidad. El tiempo es ahora. Y ¿cómo le vamos a arrebatar a la muerte un ser humano tan valioso? ¿Pasarán los días y la olvidaremos? ¿Cuatro años en la facultad para qué? ¿Tenemos algún consuelo?

Sí. Los que estamos vivos debemos hacer lo mismo que ella. Estudiar para ayudar al prójimo. Respirar y saber que no hay riqueza más valiosa que el aire nutriendo nuestros pulmones, abrir los ojos y contemplar las maravillas del mundo. Es algo que nuestra querida Rina ya no puede hacer, pero nosotros, los que leemos esto, sí. Así que hagámoslo. Hagamos verdaderos amigos. Si hay una lección que nos está dejando esta pandemia es saber reconocer la calidad de amigos que tenemos a nuestro alrededor. Todo este tiempo hemos vivido una vida antinatural rodeados de gente que lo único que quería era consumir nuestra existencia, hacernos perder el tiempo, intoxicarnos con una vida artificial y llegado el momento el horror de este enemigo invisible nos hizo ver lo importante, lo esencial, la vida, el amor al prójimo, la calidad de la vida y la salud. Y entregando nuestra vida a esa misión estaremos honrado su memoria. Ella, en su corta vida, ha hecho más que los muchos que le doblan la edad.

Una de las mejores estudiantes de Comunicación Social nos ha dejado y un ser humano maravilloso. Pero ha dejado un ejemplo de vida como semillitas que van a crecer.  Crónicas recogió algunas opiniones de sus compañeros y amigos, opiniones de la personalidad genial de esta persona tan extraordinaria:

Ángeles: “Era tan optimista y activa. Le encantaba trabajar en equipo porque tenía liderazgo. Era una excelente estudiante. Comprensiva y confiable…Dispuesta a ayudar siempre. Todo lo hacía de corazón. Tenía las palabras correctas para animarte y alentarte. Muy leal a sus amigos. Con una mente abierta. Incondicional en todo momento”.

Vania: “Compañera apasionada que logró plasmar cada uno de sus objetivos académicos y compartir sus conocimientos”.

Anita: “Rina, fuiste una de las amigas que me ayudó a descubrir una nueva etapa en mi vida cuando estaba asustada y nerviosa. Pudiste poner una sonrisa en mi rostro y junto con Gladys comenzamos nuestra aventura. Emprendimos caminos agarradas de la mano dándonos seguridad y sosteniéndonos mutuamente. Me acompañaste en el momento más complicado y triste de mi vida. Gracias a TI, a tus palabras y abrazos. A pesar de la distancia y los caminos separados que nos convirtió en unas cuasi desconocidas estaba tranquila al saber que dirías que sí, si te proponía algo. Estaba tranquila al saber que aún estabas ahí. Después de todo. Hoy ya no estás y duele”.

Óscar: “El abrazo, las risas a carcajadas y la pasión que tenía en el estudio. En algunas ocasiones recuerdo que yo tenía complicaciones en algunas tareas y al preguntarle a Rina cómo le iba en el trasfondo de su repuesta escuchaba, es sencillo y nada imposible”.

Gladys Montalvo: “Creo que uno lleva el luto como puede… por lo que mis palabras se las he dado a ella, no las escribí…”. Ella se llevó sus palabras.

Requiem 2 1524

Carlos: “No sé de dónde sacaba las fuerzas para seguir estudiando o participando en los distintos grupos que estaba. No lo sabía. Pero era extraordinario su entusiasmo. Y siempre con una sonrisa en los labios.  A veces me decía que no había hecho el trabajo, que se pidió días antes y faltando horas para su entrega, lo hacía y sacaba la misma nota que yo. Pero mi trabajo lo había hecho en dos días. Tuve la oportunidad de conocer a sus padres para el egreso de la promo y desde entonces la amistad no ha cesado de crecer. Ella me decía que a veces no sabía qué rumbo seguir, pero día a día la veía ayudar a los demás y ese era su derrotero. Hacer brillar a los demás como una estrella, porque no se brilla tanto como cuando se ayuda a los demás. Yo le decía: “No trates de salvar el mundo sola”, pero nunca me escuchó. Tal vez ahora tiene más poder en el cielo, pues es una estrella que brillará por siempre y nunca olvidaré que celebramos su último cumpleaños”.

Estrella cercana

Quiero que la conozcan un poco. La conocí en tercero de la carrera de Comunicación Social. Desde el primer momento me di cuenta que era muy aplicada a los estudios. Siempre participando y formando grupos. De hecho, ella se sentaba siempre del lado izquierdo donde solo estaban los que querían estar cerca del docente. Un grupo de amigas nerd conformaba su equipo. Eso pasó el año 2019, gran año en el cual pasaron muchas cosas. Yo me puse en serio respecto a los estudios y entonces llegó la convocatoria de cada año del evento de ABOIC (Asociación Boliviana de Investigadores de la Comunicación). Ese fue uno de los eventos que vivimos. El congreso de comunicación que reunía a todas las facultades de comunicación, docentes e investigadores; escritores y comunicadores de talla internacional. Fue nuestro año, bueno, de todos aquellos estudiantes que teníamos iniciativas, propuestas, emprendimientos, proyectos, perfiles, etc.

Nuestros perfiles fueron aceptados para exponerlos en ABOIC. Ese año se iba a realizar en Tarija. El trabajo de Rina y Fabiana sobre los estudiantes de comunicación con capacidades especiales se aprobó. Ellas estaban felices. Y yo también lo estaba. Mi trabajo era sobre el Aprendizaje de la poesía a través del reggaetón. Solo íbamos a ir tres personas del curso, al margen de otros compañeros de otros cursos. El viaje fue alucinante. Mucha alegría y risas. La madrugada nos sorprendió en el valle de Tarija. Al llegar a la terminal, todos los compañeros se fueron a… vaya a saber dónde se fueron. Rina y su compañera que estaba en la promo —que no me acuerdo su nombre— nos fuimos a una casa que aceptaba estudiantes visitantes. Ahí compartimos dos días desayunos y cenas. Toda la mañana corregimos algunos detalles para la exposición, las diapositivas y otros detalles. La tarde fue perfecta. Nuestras presentaciones fueron un éxito. La vuelta fue otra fiesta. Los siguientes meses hicimos un trabajo con la colaboración de Ana Divian Machaca. Un trabajo sobre las radios mineras para la materia de Comunicación Popular. Había que hacer el trabajo de forma precisa y rápida porque ellas estaban entre las mejores estudiantes del curso. Varias veces nos reunimos vía WhatsApp para coordinar el trabajo y hubo que juntarnos los tres una tarde para elaborar materiales didácticos. La exposición resulto un éxito.

Pero donde más conocí a esta gran persona fue en el proyecto de la universidad: Noviazgos violentos. Este estaba creado para luchar contra la violencia naturalizada hacia la mujer. Había muchas actividades como teatro, presentaciones en facultades, programas en radio, etc. En todas ellas destacaba la infatigable Rina García con sus propuestas e ideas. Y después la vimos colaborando con el compañero Óscar… (El canillita), quien ya saben que sufrió un accidente con su bicicleta. Ella fue hasta su casa y ayudó a cocinar, después al día siguiente estuvo desde temprano en la kermesse pese a la lluvia y al frío. Todo el día estuvo sirviendo los platos de parrillada hasta el final de la tarde, seguramente desvelada.

Requiem 2 1524

Y finalmente tuve el honor de trabajar con ella en una especie de pasantía que hicimos en la institución Pascar Caritas. No fue por capricho, nuestros apellidos coincidían. García, Gutiérrez, Gardeazabal, Jallaza, Gonzales, Machaca, etc. Rina y Ana fueron las encargadas responsables, pero cada persona tenía su talento. Trabajamos un mes y más yendo a Caritas para elaborar una estrategia comunicacional y productos comunicacionales: mini programas de radio, TV y boletines. Tuvimos muchas reuniones en Zoom y al final nuestros productos salieron bien. Salimos ganadores, pues el mejor grupo iba a tener un premio y certificado (El premio y certificado nunca se nos entregó). Cada uno tenía un talento, pero el cerebro de la conspiración/ inspiración fue Rina y Divian. Conocí a sus padres: la señora Marcela García y el señor Alejandro René García. Ellos eran naturales de Yacuiba.

Al margen de lo dicho y en el epílogo de esta historia deben saber que ella realizaba muchas actividades. Participaba en los proyectos de la universidad ‘Educactivitas’, JCI y otras tantas cosas como Los noviazgos violentos y un largo etc. Es importante que sepan que Rina era muy modesta. Era una de esas personas que ayudaba o cumplía un servicio a la comunidad sin exteriorizarlo. No era como un influencer o un político que asume una pose y ya. Era de esas personas que no quería que le echen flores, ni buscaba reconocimientos. Solo quería ayudar como lo hizo con el último proyecto que estaba trabajando con personas con capacidades diferentes y estaba realizando su internado en el Centro Juana Azurduy. Mil cosas hacía y apenas tenía tiempo para ella. Yo le decía que no trate de solucionar los problemas del mundo, pero no me hacía caso. No estaba pensando en fiestas o pasarla bomba, ni nada. Su único propósito era ayudar al prójimo. En fin, lo que quiero decir es que esta gran persona era valiosa para la comunidad. Si hubiera 10 como ella ésta, nuestra patria, estaría mejor. Todo el tiempo nos animaba cuando nos sentíamos derrotados.

El 24 de junio de este año se cumplió tres años de su deceso. Su llama se apagó en esta tierra. El 13 de mayo era su cumpleaños. Crónicas de Ahora El Pueblo le rinde un homenaje de respeto y admiración. Le rinde un homenaje hoy, a casi dos meses de su cumpleaños.

Una mañana como hoy, Rina García zarpó al barrio de las estrellas, una estudiante brillante a nivel general y de vocación a nivel de la carrera de Comunicación Social de la UMRPSFXCH (Universidad Mayor Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca). Publicamos este homenaje muy sentido, pues ahora ella es una estrella, ESTRELLA CERCANA.

Requiem por Rina García, una comunicadora disruptora

La vida y el legado de Rina García son evocados a través de conmovedores testimonios que subrayan su profunda pasión por ayudar a los demás. Aunque su luz se apagó prematuramente entre los mortales, hoy brilla intensamente en un lugar mejor, donde almas como la suya seguro encuentran su hogar.

César Vallejo dijo: “Hay golpes tan fuertes en la vida…”. Esta es una de esas ocasiones. Citando al poeta peruano inicio esta elegía rememorando a la compañera y amiga Rina García que hace tres años, el 24 de junio de 2021, nos dejó. Bueno al menos físicamente. Nos dejó huérfanos. Este mundo se ha oscurecido con su partida. Pero en realidad, el 23 de junio de 2021, ya se le estaba escapando la vida. La noche de San Juan. Su llama se le estaba apagando. Este es un homenaje que revive las primeras horas de la fatídica noticia en que la muerte le había ganado la pelea.

“Esta mañana costó escuchar la devastadora noticia de que Rina se había ido de este planeta. Las esperanzas de verla bien y llena de vida se derrumbaron. Entonces una serie de reflexiones sobre la vida y esta peste nos asaltó: ¿Cuán seguros estamos de que una persona joven nos va a acompañar por años? Si no estamos seguros de ello, ¿cómo podemos sacarle la substancia a cada instante? ¿Cómo podemos saber cuán valiosa es una persona sino cuando la perdemos? ¿Estamos preparados para la muerte de un ser querido joven?

Y después de esas reflexiones caemos en cuenta que no tenemos tiempo para postergar la felicidad. El tiempo es ahora. Y ¿cómo le vamos a arrebatar a la muerte un ser humano tan valioso? ¿Pasarán los días y la olvidaremos? ¿Cuatro años en la facultad para qué? ¿Tenemos algún consuelo?

Sí. Los que estamos vivos debemos hacer lo mismo que ella. Estudiar para ayudar al prójimo. Respirar y saber que no hay riqueza más valiosa que el aire nutriendo nuestros pulmones, abrir los ojos y contemplar las maravillas del mundo. Es algo que nuestra querida Rina ya no puede hacer, pero nosotros, los que leemos esto, sí. Así que hagámoslo. Hagamos verdaderos amigos. Si hay una lección que nos está dejando esta pandemia es saber reconocer la calidad de amigos que tenemos a nuestro alrededor. Todo este tiempo hemos vivido una vida antinatural rodeados de gente que lo único que quería era consumir nuestra existencia, hacernos perder el tiempo, intoxicarnos con una vida artificial y llegado el momento el horror de este enemigo invisible nos hizo ver lo importante, lo esencial, la vida, el amor al prójimo, la calidad de la vida y la salud. Y entregando nuestra vida a esa misión estaremos honrado su memoria. Ella, en su corta vida, ha hecho más que los muchos que le doblan la edad.

Una de las mejores estudiantes de Comunicación Social nos ha dejado y un ser humano maravilloso. Pero ha dejado un ejemplo de vida como semillitas que van a crecer.  Crónicas recogió algunas opiniones de sus compañeros y amigos, opiniones de la personalidad genial de esta persona tan extraordinaria:

Ángeles: “Era tan optimista y activa. Le encantaba trabajar en equipo porque tenía liderazgo. Era una excelente estudiante. Comprensiva y confiable…Dispuesta a ayudar siempre. Todo lo hacía de corazón. Tenía las palabras correctas para animarte y alentarte. Muy leal a sus amigos. Con una mente abierta. Incondicional en todo momento”.

Vania: “Compañera apasionada que logró plasmar cada uno de sus objetivos académicos y compartir sus conocimientos”.

Anita: “Rina, fuiste una de las amigas que me ayudó a descubrir una nueva etapa en mi vida cuando estaba asustada y nerviosa. Pudiste poner una sonrisa en mi rostro y junto con Gladys comenzamos nuestra aventura. Emprendimos caminos agarradas de la mano dándonos seguridad y sosteniéndonos mutuamente. Me acompañaste en el momento más complicado y triste de mi vida. Gracias a TI, a tus palabras y abrazos. A pesar de la distancia y los caminos separados que nos convirtió en unas cuasi desconocidas estaba tranquila al saber que dirías que sí, si te proponía algo. Estaba tranquila al saber que aún estabas ahí. Después de todo. Hoy ya no estás y duele”.

Óscar: “El abrazo, las risas a carcajadas y la pasión que tenía en el estudio. En algunas ocasiones recuerdo que yo tenía complicaciones en algunas tareas y al preguntarle a Rina cómo le iba en el trasfondo de su repuesta escuchaba, es sencillo y nada imposible”.

Gladys Montalvo: “Creo que uno lleva el luto como puede… por lo que mis palabras se las he dado a ella, no las escribí…”. Ella se llevó sus palabras.

Carlos: “No sé de dónde sacaba las fuerzas para seguir estudiando o participando en los distintos grupos que estaba. No lo sabía. Pero era extraordinario su entusiasmo. Y siempre con una sonrisa en los labios.  A veces me decía que no había hecho el trabajo, que se pidió días antes y faltando horas para su entrega, lo hacía y sacaba la misma nota que yo. Pero mi trabajo lo había hecho en dos días. Tuve la oportunidad de conocer a sus padres para el egreso de la promo y desde entonces la amistad no ha cesado de crecer. Ella me decía que a veces no sabía qué rumbo seguir, pero día a día la veía ayudar a los demás y ese era su derrotero. Hacer brillar a los demás como una estrella, porque no se brilla tanto como cuando se ayuda a los demás. Yo le decía: “No trates de salvar el mundo sola”, pero nunca me escuchó. Tal vez ahora tiene más poder en el cielo, pues es una estrella que brillará por siempre y nunca olvidaré que celebramos su último cumpleaños”.

Estrella cercana

Quiero que la conozcan un poco. La conocí en tercero de la carrera de Comunicación Social. Desde el primer momento me di cuenta que era muy aplicada a los estudios. Siempre participando y formando grupos. De hecho, ella se sentaba siempre del lado izquierdo donde solo estaban los que querían estar cerca del docente. Un grupo de amigas nerd conformaba su equipo. Eso pasó el año 2019, gran año en el cual pasaron muchas cosas. Yo me puse en serio respecto a los estudios y entonces llegó la convocatoria de cada año del evento de ABOIC (Asociación Boliviana de Investigadores de la Comunicación). Ese fue uno de los eventos que vivimos. El congreso de comunicación que reunía a todas las facultades de comunicación, docentes e investigadores; escritores y comunicadores de talla internacional. Fue nuestro año, bueno, de todos aquellos estudiantes que teníamos iniciativas, propuestas, emprendimientos, proyectos, perfiles, etc.

Nuestros perfiles fueron aceptados para exponerlos en ABOIC. Ese año se iba a realizar en Tarija. El trabajo de Rina y Fabiana sobre los estudiantes de comunicación con capacidades especiales se aprobó. Ellas estaban felices. Y yo también lo estaba. Mi trabajo era sobre el Aprendizaje de la poesía a través del reggaetón. Solo íbamos a ir tres personas del curso, al margen de otros compañeros de otros cursos. El viaje fue alucinante. Mucha alegría y risas. La madrugada nos sorprendió en el valle de Tarija. Al llegar a la terminal, todos los compañeros se fueron a… vaya a saber dónde se fueron. Rina y su compañera que estaba en la promo —que no me acuerdo su nombre— nos fuimos a una casa que aceptaba estudiantes visitantes. Ahí compartimos dos días desayunos y cenas. Toda la mañana corregimos algunos detalles para la exposición, las diapositivas y otros detalles. La tarde fue perfecta. Nuestras presentaciones fueron un éxito. La vuelta fue otra fiesta. Los siguientes meses hicimos un trabajo con la colaboración de Ana Divian Machaca. Un trabajo sobre las radios mineras para la materia de Comunicación Popular. Había que hacer el trabajo de forma precisa y rápida porque ellas estaban entre las mejores estudiantes del curso. Varias veces nos reunimos vía WhatsApp para coordinar el trabajo y hubo que juntarnos los tres una tarde para elaborar materiales didácticos. La exposición resulto un éxito.

Pero donde más conocí a esta gran persona fue en el proyecto de la universidad: Noviazgos violentos. Este estaba creado para luchar contra la violencia naturalizada hacia la mujer. Había muchas actividades como teatro, presentaciones en facultades, programas en radio, etc. En todas ellas destacaba la infatigable Rina García con sus propuestas e ideas. Y después la vimos colaborando con el compañero Óscar… (El canillita), quien ya saben que sufrió un accidente con su bicicleta. Ella fue hasta su casa y ayudó a cocinar, después al día siguiente estuvo desde temprano en la kermesse pese a la lluvia y al frío. Todo el día estuvo sirviendo los platos de parrillada hasta el final de la tarde, seguramente desvelada.

Y finalmente tuve el honor de trabajar con ella en una especie de pasantía que hicimos en la institución Pascar Caritas. No fue por capricho, nuestros apellidos coincidían. García, Gutiérrez, Gardeazabal, Jallaza, Gonzales, Machaca, etc. Rina y Ana fueron las encargadas responsables, pero cada persona tenía su talento. Trabajamos un mes y más yendo a Caritas para elaborar una estrategia comunicacional y productos comunicacionales: mini programas de radio, TV y boletines. Tuvimos muchas reuniones en Zoom y al final nuestros productos salieron bien. Salimos ganadores, pues el mejor grupo iba a tener un premio y certificado (El premio y certificado nunca se nos entregó). Cada uno tenía un talento, pero el cerebro de la conspiración/ inspiración fue Rina y Divian. Conocí a sus padres: la señora Marcela García y el señor Alejandro René García. Ellos eran naturales de Yacuiba.

Al margen de lo dicho y en el epílogo de esta historia deben saber que ella realizaba muchas actividades. Participaba en los proyectos de la universidad ‘Educactivitas’, JCI y otras tantas cosas como Los noviazgos violentos y un largo etc. Es importante que sepan que Rina era muy modesta. Era una de esas personas que ayudaba o cumplía un servicio a la comunidad sin exteriorizarlo. No era como un influencer o un político que asume una pose y ya. Era de esas personas que no quería que le echen flores, ni buscaba reconocimientos. Solo quería ayudar como lo hizo con el último proyecto que estaba trabajando con personas con capacidades diferentes y estaba realizando su internado en el Centro Juana Azurduy. Mil cosas hacía y apenas tenía tiempo para ella. Yo le decía que no trate de solucionar los problemas del mundo, pero no me hacía caso. No estaba pensando en fiestas o pasarla bomba, ni nada. Su único propósito era ayudar al prójimo. En fin, lo que quiero decir es que esta gran persona era valiosa para la comunidad. Si hubiera 10 como ella ésta, nuestra patria, estaría mejor. Todo el tiempo nos animaba cuando nos sentíamos derrotados.

El 24 de junio de este año se cumplió tres años de su deceso. Su llama se apagó en esta tierra. El 13 de mayo era su cumpleaños. Crónicas de Ahora El Pueblo le rinde un homenaje de respeto y admiración. Le rinde un homenaje hoy, a casi dos meses de su cumpleaños.

Una mañana como hoy, Rina García zarpó al barrio de las estrellas, una estudiante brillante a nivel general y de vocación a nivel de la carrera de Comunicación Social de la UMRPSFXCH (Universidad Mayor Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca). Publicamos este homenaje muy sentido, pues ahora ella es una estrella, ESTRELLA CERCANA.

La Paz/AEP


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