Desde su creación en 1929, la Unión Internacional de la Marioneta (Unima) conecta a titiriteros de todo el mundo para promover la preservación del arte y el intercambio cultural.
A lo largo de su vida, enfrentó la represión política, el exilio y la persecución, pero nunca abandonó su pasión por la cultura y la historia de su tierra natal. Su legado perdura en la memoria colectiva y deja una huella indeleble en la identidad vallegrandina.