Se reeditarán las memorias del reconocido soldado boliviano que peleó en la Guerra del Chaco el siglo pasado.
De un páramo, dícese ahora que es la zona más rica, acomodada y jailona de El Alto. Pocos sospechan que gran parte fue construida con las propias manos de sus primeros habitantes venidos de las minas, dirigidos por experimentados exsindicalistas, sobrevivientes de incontables masacres.