Recientemente, Calzados Irene, Puro Cuero recibió máquinas que ayudarán a duplicar su producción.
Hace cinco años nació formalmente Calzados Irene, de la mano de Esperanza Judith y Ana Cauna Blanco, apoyada por sus hermanos en la ciudad de El Alto. Hoy este emprendimiento avanzó a pasos firmes y apunta a abrirse a mercados externos para hacer conocer la mejor mano de obra de Bolivia.
Recientemente, Calzados Irene, Puro Cuero recibió máquinas que ayudarán a duplicar su producción. La entrega la hizo el propio presidente Luis Arce, en el marco del proyecto Fortalecimiento de Unidades Productivas Lideradas por Mujeres con Enfoque de Género, que impulsa el Ministerio de Desarrollo Productivo, ejecutado por el Programa Domitila Barrios, en coordinación con ONU Mujeres y la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (Koica).
Surgimiento
El emprendimiento de Esperanza y de sus hermanos nació en agosto de 2020, en plena pandemia del Covid-19. Ese año, luego de las restricciones sanitarias, comenzaron a construir, con sus propias manos, su taller ubicado en el Distrito Municipal 4 de El Alto.
“Hemos levantado desde la tierra para construir el taller junto a mis hermanos. Era nuestro primer taller”, relató Esperanza a Ahora El Pueblo.
El nombre fue elegido en homenaje a su madre, Irene, quien las impulsó a forjar su propio negocio y no depender de nadie para surgir en la vida.
“Mi madre no quería que trabajemos para otra gente. Ella siempre nos inculcó a tener nuestro propio emprendimiento”, dijo.
Concluido el taller, el siguiente desafío era conseguir la materia prima, que era más complicado. Esperanza había trabajado antes como vendedora de zapatos, así que conocía cómo era el negocio.
Esta actividad fue la que la motivó a proponer a su familia abrir un emprendimiento dedicado a elaborar calzados.
Al contar con la materia prima, el tercer paso era conseguir las máquinas. Con pocos recursos por la inversión inicial que hicieron.
Al empezar, solo contaban con una máquina y un trabajador, un portador, quien reforzó el equipo. Lo demás lo hacían con herramientas caseras.
Esperanza contó que para cortar el cuero usaba un cuchillo que le causaba lesiones en las manos.
Así nació Calzados Irene, con el impulso principal que les dio la madre de Esperanza. Los primeros productos eran zapatos para dama, hoy la cadena se diversificó. Ella asegura que fue la mejor decisión que tomó, pues cuando trabajaba como vendedora de calzados era explotada.
“Trabajaba más de ocho horas al día y solo tenía un día de descanso y ganaba poco. Eso es lo que no quería mi madre. Claro que tener tu emprendimiento no es fácil, pero ganas más, abres tus horizontes y hoy puedo ganar el triple de lo que recibía”, mencionó.
Incluso, con sus productos participaron en ferias importantes como la Feria Internacional de La Paz (Fipaz) y otras, aunque eran pocos los modelos, la voluntad de crecer más allá de El Alto los llevaba a plantearse más desafíos.
Producción
Con la entrega de máquinas por parte del Gobierno nacional, Esperanza anunció que su producción de calzados se duplicará por semana, pues de cuatro docenas ahora harán cerca de ocho.
Entre la maquinaria que recibió Esperanza está una troqueladora, para cortar cuero. Este aparato evitará que se lastime las manos. También un equipo denominado “Paulina”, que utilizará para raspar la planta de un zapato y otros insumos.
Esperanza, quien estudió la carrera de Derecho, está feliz, pues a sus 25 años consiguió hacer realidad sus sueños. Cuando comenzó a gestar la idea era una adolescente.
Su objetivo ahora es exportar para que se conozca la mano de obra de calidad de Bolivia.
“Mi objetivo es exportar y hacer conocer la mejor mano de obra que existe en Bolivia. Calzados Irene es puro cuero y está elaborado con alta calidad y pude competir con mercados como el de Perú”, sostuvo.
Durante la entrega de máquinas, el presidente Arce afirmó que el trabajo de mujeres productoras está demostrando que existe capacidad en el país.
“Nuestras hermanas productoras están demostrando que las y los bolivianos tenemos la capacidad de generar productos de calidad de exportación (...) Hay varias emprendedoras y emprendedores que necesitan ese empujoncito que el Estado tiene que dar. En El Alto tenemos a mujeres y hombres productores. Bolivia está en sus manos”, dijo.
Más de 2.000 mujeres emprendedoras se beneficiaron con el fortalecimiento de sus unidades productivas
El Proyecto de Fortalecimiento de Unidades Productivas Lideradas por Mujeres con Enfoque de Género en Bolivia del Ministerio de Desarrollo Productivo beneficiará a más de 2 mil emprendedoras en seis municipios: El Alto, Viacha, Achacachi, en La Paz y en Santa Cruz, a mujeres de Montero y Warnes.
El proyecto, ejecutado por Koica e implementado por ONU Mujeres, tiene como resultados 337 unidades productivas fortalecidas con activos productivos.
Este proyecto cuenta con un financiamiento de más de $us 7,3 millones.
El apoyo es integral, incluye transferencia de tecnología, capacitación y asistencia técnica, detalló Zenón Mamani, ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, durante la entrega de 157 máquinas e insumos a mujeres productoras en El Alto.
El objetivo es aumentar la productividad, mejorar ingresos y reducir brechas de género en el acceso a recursos económicos, resaltó Mamani.
Además, agregó, este proyecto se complementa con otras políticas públicas del Gobierno nacional con acciones que reflejan el compromiso con el desarrollo productivo inclusivo y la independencia económica de las mujeres.
El Alto es una de las ciudades con más mujeres emprendedoras, destacó Esperanza Judith Cauna, de Calzados Irene, Puro Cuero.
“Somos más trabajadores los alteños, esa es una tradición y un hábito heredado por nuestros padres y madres”, mencionó.
AEP