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(Foto: Presidencia)

Arce propone en la ONU declarar el 2024 como el ‘Año internacional del agua para la vida’

En la Conferencia del Agua, la primera cumbre de este tipo en casi medio siglo, que arrancó hoy en Nueva York, Estados Unidos.

La Paz, 22 de marzo de 2023 (AEP).- El presidente Luis Arce propuso este miércoles ante la II Conferencia del Agua de las Naciones Unidas (ONU) declarar el 2024 como el ‘Año internacional del agua para la vida’, con miras a que todos los Estados promuevan acciones para hacer frente a la crisis mundial del recurso hídrico.

“Proponemos que se declare el año 2024 como el ‘Año internacional del agua para la vida’, promoviendo desde todos los Estados, con la participación activa de comunidades y organizaciones sociales; una gran movilización de acciones en todos los niveles, para hacer frente a la crisis mundial del agua”, dijo el Jefe de Estado boliviano en el evento internacional que reúne, por primera vez desde 1977, a Gobiernos, empresas y organizaciones civiles para discutir la gestión mundial del líquido elemento.

La Conferencia del Agua de la ONU, la primera cumbre de este tipo en casi medio siglo, arrancó este miércoles en Nueva York, Estados Unidos, en el Día Mundial del Agua, y se prolongará hasta el viernes.

El Mandatario boliviano durante su intervención instó a los países del mundo a hacer la transición a un sistema económico más sustentable y equitativo, que valore la salud a largo plazo de la Madre Tierra y de las personas, por encima de la ganancia o el lucro.

Urgió a los jefes de Estado hacer un esfuerzo colectivo y comprometerse con la suerte de la humanidad en su conjunto “para transformar la realidad que enfrentamos”. Para esto afirmó que es fundamental pasar del sistema capitalista, que prioriza la producción y reproducción del capital, a uno que priorice la producción y reproducción de la vida.

“Si queremos un futuro viable para las generaciones presentes y futuras, necesitamos redoblar las acciones y los compromisos para cambiar el sistema, concibiendo que otro mundo es posible, si nosotros lo hacemos posible”, señaló ante la multitud.

Pidió también a las naciones, empresas y organizaciones civiles del mundo reconocer que la carga de esta crisis del agua recae de manera desproporcionada sobre las comunidades vulnerables; en particular, en los pueblos indígena originario campesinos, las mujeres, las niñas y niños. En esa línea aseguró que cualquier solución que se proponga en ese encuentro debe priorizar las necesidades de estas comunidades con equidad y justicia social, económica y ecológica.

“Hacemos un llamado a todas las naciones, para que por encima de nuestras diferencias políticas e ideológicas, que es normal que existan, trabajemos en la construcción de un futuro cercano donde todas las personas tengan acceso a agua limpia y segura, asegurando la integridad de nuestra Madre Tierra”, enfatizó.

En ese contexto, presentó 10 propuestas para restaurar el equilibrio de los ríos, lagos, acuíferos y sistemas de vida vinculados al agua del planeta, creados con base en la sabiduría de los pueblos que conforman el Estado Plurinacional de Bolivia y sus organizaciones sociales, y llamó a tomar las siguientes acciones:

1. Reafirmar el derecho al agua potable y al saneamiento como un derecho humano esencial para el pleno disfrute de la vida y de todos los derechos humanos, como fue establecido en la Resolución 064/292. Esta resolución debe ser respetada, y fundamentalmente garantizada para todas las personas y sus sistemas de vida, precautelando también su derecho al desarrollo integral y sostenible, erradicando la pobreza en sus múltiples formas y proporcionando respuestas institucionales adecuadas ante futuras pandemias y otras crisis.

2. Reconocer en la próxima Asamblea de la Tierra del año 2024, que el agua es el centro de la vida, estableciendo además a los ríos, lagos, glaciares, acuíferos, cuencas, sistemas de vida vinculados al agua y la Madre Tierra, como sujeto colectivo de derechos, escuchando su vulnerabilidad y haciendo eco de la amenaza actual que sufre su existencia en todos los lugares del mundo.

3. Crear un mecanismo intergubernamental permanente del agua en Naciones Unidas que promueva el manejo, la gestión y la conservación del agua, la erradicación de la pobreza y el desarrollo integral en el marco del cumplimiento de los objetivos internacionalmente acordados relativos al agua, fortaleciendo los compromisos políticos, económicos, sociales, ambientales y culturales; priorizando siempre el interés colectivo por encima de otros.

4. Solicitar el nombramiento de un enviado especial de las Naciones Unidas para el agua al servicio de los Estados, que tenga como misión activar este mecanismo, debiendo al mismo tiempo informar sobre sus acciones de seguimiento al pleno de la Asamblea de manera permanente.

5. Reconocer a las autoridades de la gestión comunitaria del agua y el saneamiento básico de los Pueblos Indígena Originario Campesinos y de las comunidades locales, que desde su concepción protegen el agua como sustento de la vida, promoviendo incentivos de diverso tipo para su ampliación y fortalecimiento.

6. Establecer la condonación de deudas de los países en desarrollo cuyos recursos financieros hayan sido asignados a la provisión de acceso al agua, a la adaptación hídrica y la resiliencia climática, en función a perdidas y daños sufridos.

7. Exhortar a los países desarrollados a que proporcionen mayores recursos financieros, asistencia y transferencia de tecnología a los eufemísticamente denominados “países en desarrollo”, a través de los organismos internacionales y multilaterales para conservar el agua y amortiguar los impactos de la crisis hídrica.

8. Exhortar a que todos los países actualicen las legislaciones nacionales para garantizar la protección y conservación de las fuentes de agua, el acceso equitativo y justo al agua para todos los usos y por todos los seres vivos, promoviendo la participación de mujeres, jóvenes, pueblos indígena originario campesinos, pueblos afrodescendientes y grupos vulnerables.

9. Reconocer la importante interrelación que existe entre el agua y la soberanía alimentaria de nuestros pueblos, la generación de energía y el mantenimiento de los sistemas de vida como base fundamental, bajo un esquema integrador y de restauración de la armonía con la Madre Tierra.

10. Visibilizar al agua como un elemento de paz e integración de los pueblos, mediante el cual los estados cooperan para garantizar la protección de las fuentes de agua y el uso razonable y equitativo de las cuencas y acuíferos transfronterizos.


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