Ambos candidatos coinciden en sus propuestas electorales en la necesidad de dar un nuevo rumbo a la diplomacia boliviana.
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales, programada para octubre, definirá la salida del actual gobierno de Luis Arce, y con el nuevo mandatario el país se prepara para un giro en su política exterior.
Con la asunción de uno de los dos candidatos finalistas, el senador Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano, o el expresidente Jorge Quiroga, de la Alianza Libre, la agenda de temas internacionales tendrá un nuevo matiz a partir de la toma de posesión prevista para el 8 de noviembre.
Ambos candidatos coinciden en sus propuestas electorales en la necesidad de dar un nuevo rumbo a la diplomacia boliviana, distanciándola de sus vínculos con Venezuela, Cuba e Irán.
Aún quedan incógnitas sobre la continuidad de relaciones estratégicas con Rusia, particularmente en proyectos de cooperación en medicina nuclear, y con China, socio del país en comercio y tecnología.
En el plano regional, se prevé que cualquiera de los dos ganadores busque mejorar las relaciones con la Argentina de Javier Milei, mientras que deberán superar los desencuentros recientes con Perú, luego de la declaración de la presidenta Dina Boluarte que calificó a Bolivia como un “Estado fallido”.
Chile también se mantiene como un actor clave, considerando la histórica agenda binacional y los temas pendientes en comercio y cooperación.
Analistas coinciden en que el nuevo gobierno, al asumir el 8 de noviembre, deberá equilibrar una política exterior de redefinición estratégica con la atención en los desafíos domésticos, buscando consolidar alianzas que fortalezcan la posición de Bolivia en la región y en el escenario internacional.
AEP
