El jefe de Estado llamó a reflexionar sobre los próximos pasos que se deben dar para consolidar una transformación estructural.
El presidente Luis Arce aseguró, desde la histórica Casa de la Libertad, que Bolivia ha logrado mantenerse firme, avanzar y crecer pese a una compleja cadena de dificultades sanitarias, económicas, climáticas y políticas.
En su discurso por el Bicentenario, Arce hizo un repaso de los retos enfrentados desde su llegada al Gobierno en noviembre de 2020, destacando que, con obras concretas y una población movilizada, el país sigue mejorando la calidad de vida de sus ciudadanos.
“Bolivia sigue en pie”, afirmó el presidente y subrayó que esa resistencia ha sido posible gracias al trabajo colectivo y a la unidad del pueblo frente a una crisis múltiple que golpeó todos los frentes.
COLAPSO, RECUPERACIÓN
El jefe de Estado recordó que, al asumir el cargo el 8 de noviembre de 2020, el país estaba sumido en una profunda crisis sanitaria provocada por la pandemia del Covid-19.
“Teníamos una de las tasas de mortalidad más altas de la región”, señaló, atribuyendo la situación a la mala gestión del gobierno transitorio.
El sistema de salud estaba debilitado, sin pruebas suficientes ni vacunas disponibles.
Frente a ese panorama, el Gobierno priorizó la vida, garantizó el acceso gratuito a vacunas y pruebas diagnósticas, e incrementó el personal médico para contener la emergencia. “Con perseverancia y unidos, vencimos la pandemia”, sentenció Arce.
EDUCACIÓN, ECONOMÍA
Otro de los pilares mencionados fue la recuperación del derecho a la educación, afectado por el cierre prolongado de escuelas. El retorno a clases, en distintas modalidades, fue una prioridad para garantizar la continuidad del aprendizaje de niños y jóvenes.
En el plano económico, el primer mandatario aseguró que su administración logró revertir la recesión heredada y establecer una senda de crecimiento sostenido.
Entre las medidas adoptadas, destacó la reactivación de la exploración de hidrocarburos, el impulso a una matriz energética limpia y el avance de la industrialización con sustitución de importaciones como eje estructural de una nueva economía.
CONTEXTO ADVERSO
El mandatario explicó que estos avances se dieron en un escenario internacional complicado, marcado por conflictos bélicos, inflación global y una cadena de suministros interrumpida.
A ello se sumaron fenómenos climáticos extremos, como sequías históricas, heladas y lluvias torrenciales, que afectaron a comunidades productoras y demandaron respuestas urgentes del Estado.
En el ámbito interno, mencionó la persistencia de bloqueos de caminos, marchas, el sabotaje legislativo a leyes clave y un intento fallido de golpe de Estado.
Estas acciones, dijo, generaron un clima de inestabilidad que provocó especulación, contrabando, escasez de dólares y presión sobre las finanzas públicas.
OBRAS
A pesar de ese entorno complejo, Arce destacó que se han entregado obras en todo el país, orientadas a mejorar los servicios básicos, la salud, la educación y la infraestructura productiva.
“Somos un pueblo luchador y ante cada provocación respondimos con trabajo, propuestas y acción”, manifestó, insistiendo en que el proyecto político que está en marcha no se detiene.
Llamó a reflexionar sobre los próximos pasos que debe dar Bolivia para consolidar su transformación estructural.
“Nos replanteamos muchas cosas de cara al futuro”, dijo en referencia a la crisis climática y los nuevos desafíos globales. Aseguró que su gobierno continuará enfocado en el bienestar colectivo, con justicia social y soberanía económica como banderas.
“Después de todo lo vivido, podemos decir que Bolivia está de pie, con obras entregadas y un pueblo que no se rinde. Porque ese es el espíritu que nos define desde hace 200 años”.
AEP