El presidente Luis Arce, durante una conferencia de prensa, afirmó que no es un político que va a ganar popularidad con la sangre del pueblo.
Compromiso. El presidente Luis Arce rechazó las acusaciones contradictorias que brindó el general Zúñiga en el momento de su aprehensión, después de su toma fallida de la Casa Grande del Pueblo.
El presidente Luis Arce, durante una conferencia de prensa, afirmó que no es un político que va a ganar popularidad con la sangre del pueblo, ante las acusaciones del excomandante militar Juan José Zúñiga, quien es acusado de liderar un “fallido golpe de Estado”.
En un encuentro con los periodistas en la Casa Grande del Pueblo, en La Paz, el mandatario narró los hechos sucedidos la jornada del 26 de junio, cuando Zúñiga y un grupo de militares con carros blindados y armados tomaron la plaza Murillo, epicentro político, con la intención de tomar el control del poder y “cambiar al gabinete de ministros”.
“No soy un político que se va a ganar la popularidad con la sangre del pueblo; todo lo contrario, nosotros hemos venido a reivindicar a ese pueblo boliviano que dio su sangre para recuperar la democracia”, sostuvo el Jefe de Estado.
Un día antes, el general rebelde había sido informado sobre el relevo de su cargo por verter declaraciones contradictorias con la Constitución Política del Estado y por asegurar que detendría al expresidente Evo Morales si intenta repostularse como candidato.
La declaración la hizo en el programa No mentirás. Arce explicó que por esta razón se decidió remover a Zúñiga de la jefatura militar.
El militar, luego de la fallida toma del poder y al ser confrontado por el presidente Arce, se retiró en un tanque junto con sus seguidores, en medio de gritos de la gente que le exclamaba: “¡Golpista y traidor!” y “Los golpistas no pasarán”.
La Paz/ AEP