Ahora, desde la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), se anuncia la formación de dos comisiones para indagar los recientes hechos.
La Iglesia Católica formó en 2019 una comisión para investigar las denuncias de abusos sexuales contra sacerdotes, pero hasta ahora no hay ningún informe de ese trabajo. Hay desconfianza en las víctimas, sin embargo, más allá de lo que haga la institución eclesiástica, será el Estado el que a través de sus instancias haga justicia contra estos delitos.
La posición la hizo conocer la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, al hablar del rechazo de los miembros de la Asociación de Exalumnos del Colegio Juan XXIII, donde fueron cometidos los abusos sexuales por jesuitas como Alfonso Pedrajas, a que “una comisión papal intente soslayar la gravedad de estos delitos”.
Fue en 2019 cuando la Iglesia Católica anunció la creación de una comisión para indagar denuncias de abuso sexual contra sacerdotes, pero hasta ahora no hay ningún reporte de los resultados ni del trabajo de esta instancia de investigación. Esa comisión fue formada ante la aprehensión de un sacerdote del área rural de la diócesis de Potosí, por presuntos hechos de abuso sexual contra menores de edad.
Ahora, desde la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), se anuncia la formación de la Comisión Nacional de Escucha y de la Comisión Nacional de Investigación por los recientes hechos destapados.
“En 2019 ya habían anunciado la creación de una comisión para investigar justamente todos estos casos de manera transparente y darlos a conocer a la población. ¿Cuál fue el resultado? Es lo que la población por supuesto se pregunta”, cuestionó, y añadió: “¿Dónde están las sanciones correspondientes y el informe que debió ser de conocimiento público?”.
El diario El País reveló el 30 de abril que el extinto jesuita Alfonso Pedrajas abusó sexualmente de al menos 85 menores y adolescentes, la mayoría en el Colegio Juan XXIII, de Cochabamba. Su confesión está en un diario en el que relata los vejámenes y quiénes de sus superiores lo sabían.