El Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia remarcó que su gestión actuó con responsabilidad y sin recurrir a la represión letal.
Con un mensaje directo y cargado de firmeza, el presidente del Estado, Luis Arce, reivindicó ayer que durante los casi cinco años de su gobierno no se registró ni una sola muerte en las múltiples protestas sociales que enfrentó, muchas de ellas protagonizadas por sectores vinculados al expresidente Evo Morales.
“Nosotros nos enorgullecemos de no haber perdido ni una sola vida en los conflictos. Nuestra línea es clara: diálogo y respeto a la vida por encima de cualquier interés personal o político”, aseguró.
La declaración tuvo lugar durante la posesión de Roberto Ríos como nuevo ministro de Gobierno, donde Arce aprovechó para contrastar su estilo de gestión frente a las tensiones internas del Movimiento Al Socialismo (MAS), particularmente con el ala radical liderada por Morales.
“La vida de ningún boliviano vale ni el dinero ni los objetivos personales de nadie”, enfatizó el mandatario, en alusión al exjefe de Estado, cuyas bases protagonizaron recientes bloqueos exigiendo su habilitación como candidato para las elecciones nacionales, a pesar de estar inhabilitado por el Tribunal Constitucional Plurinacional.
Uno de los episodios más tensos de este enfrentamiento interno se vivió en febrero de 2024, cuando por más de 20 días se bloquearon carreteras en varias regiones del país, generando escasez de alimentos y pérdidas millonarias.
Pese a ello, Arce remarcó que su Gobierno actuó con responsabilidad y sin recurrir a la represión letal. “El diálogo es la mejor herramienta para llegar a soluciones y evitar cualquier tipo de violencia en nuestro país. Estar al servicio del pueblo, entender, dialogar, esa es la filosofía de nuestro gobierno”, reiteró.
El Jefe de Estado exhortó al flamante ministro de Gobierno a mantener esa línea de acción, privilegiando siempre el acercamiento con los sectores movilizados y evitando la confrontación.
AEP