El 30 de abril, Bolivia se enteró de que el cura fallecido Alfonso Pedrajas, conocido como ‘Pica’, cometió abusos sexuales y violaciones a niños, adolescentes y jóvenes en el país, lo que provocó que la población rechace este tipo de vejámenes en contra de los menores bolivianos.
La Paz, 05 de junio de 2023 (AEP).- El analista Pedro Ugarte explicó que la reacción de la Iglesia Católica ante los hechos de pederastia y abusos sexuales cometidos por algunos de sus miembros fue paupérrima, y además se evidenció un cambio de discurso.
“La reacción que tiene la Iglesia desde que se descubrieron los casos de pederastia del padre ‘Pica’, en abril, es paupérrima, es totalmente pobre; todos esperábamos una respuesta pronta y oportuna, que no ha sido así, lamentablemente”, dijo.
El 30 de abril, Bolivia se enteró de que el cura fallecido Alfonso Pedrajas, conocido como ‘Pica’, cometió abusos sexuales y violaciones a niños, adolescentes y jóvenes en el país, lo que provocó que la población rechace este tipo de vejámenes en contra de los menores bolivianos.
Los primeros días, la Conferencia Episcopal Boliviana aseguró a la población que toda denuncia es investigada por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe. La Compañía de Jesús suspendió a los jesuitas que fueron provinciales durante la época de los abusos de Pedrajas, ya que conocían las denuncias y los hechos cometidos por el sacerdote.
En un comunicado del 1 de mayo, la orden jesuita explicó que Pedrajas había sido denunciado por pederastia y que se había iniciado un proceso de investigación previa, mismo que habría comenzado en agosto de 2022.
“Tras seguir las etapas correspondientes, a cargo de una comisión de peritos, el proceso investigativo concluyó el 4 de abril de 2023, señalando la verosimilitud del hecho denunciado”, se lee en el comunicado publicado por la Compañía de Jesús luego de que el diario El País, de España, sacara a la luz el caso de ‘Pica’.
No investigaron
Los exalumnos del colegio Juan XXIII, de Cochabamba, denunciaron el encubrimiento de la Compañía de Jesús en los casos de pederastia, pues la Asociación Nacional de Exalumnos del Colegio Juan XXIII (ASIA-J23) había solicitado indagar las denuncias de violación del cura en reiteradas cartas en 2022; sin embargo, estas no tuvieron respuestas favorables.
La primera misiva data del 12 de octubre de 2022 y está dirigida al sacerdote jesuita Arturo Moscoso, entonces presidente del directorio del colegio Juan XXIII, en la que se pide indagar los casos de pederastia.
La carta demandaba al directorio que instruya al director general del colegio Juan XXIII, Luis Antonio Carrasco Pacello, una pesquisa exhaustiva bajo los principios de celeridad, profesionalidad y estricta confidencialidad.
La respuesta llegó siete días después, el 19 de octubre de 2022. Moscoso lamentó las denuncias de pederastia e informó que la Compañía de Jesús “ha establecido un conducto regular para canalizar cualquier denuncia relativa a abusos de menores”.
La misiva concluyó indicando que no le corresponde al actual director general del Juan XXII “indagar hechos presuntamente acaecidos en años en los que no tenía ninguna responsabilidad administrativa como director”.
“Sobre esta denuncia, que data del 14 de octubre de 2022, el directorio de ASIA-J23 entiende que usted y el director general del colegio Juan XXIII la conocían, pues cuando entregamos la carta ASIA-J23 034/2022, después de leerla, Luis Antonio Carrasco Pacello expresó: Conocemos el asunto”, reza un fragmento de la carta.
La Compañía de Jesús, pese a conocer las denuncias, no comunicó estos hechos a las autoridades judiciales para que inicien la investigación debida y se dé justicia a las víctimas, que en el caso de Pedrajas serían más de 85.
La Iglesia Católica emitió comunicados en los que indicó que se la atacaba y que el tema se politizaba, pero la población, sobre todo padres de familia, marcharon en rechazo a los hechos cometidos y para que no se repitan las vejaciones.
En varias movilizaciones los progenitores pidieron garantías para sus hijos y que se identifique a los sacerdotes predadores; también demandaron justicia para las víctimas de abusos.
“Ha tenido que seguir siendo la sociedad civil la que ha exigido y presentado más denuncias sobre casos de pederastia no solamente en el establecimiento Juan XXIII de Cochabamba, sino otros casos como en Tarija y Santa Cruz”, lamentó Ugarte.
Reconocen el daño
Miembros de la Iglesia Católica en conferencia de prensa.
El 24 de mayo, en un comunicado, la Conferencia Episcopal se dirigió a las víctimas, a sus familias y a la población, reconociendo que en lugar de recibir la protección y el cuidado que merecían, “se encontraron con una Iglesia sorda a sus sufrimientos”.
En esa fecha los obispos se comprometieron a hacer todo lo posible para acompañar y buscar la reparación de las víctimas, contando con el apoyo de profesionales especializados en asistencia y sanación de heridas y cicatrices.
“Los bolivianos queremos que se juzgue a estos violadores que han cometido delitos en Bolivia con la legislación boliviana y si tienen que pagar sentencia en Bolivia, que sea en nuestras cárceles. También deberá ser el Estado el que revise la relación con la Santa Sede para permitir el ingreso de personas que realicen el trabajo de la fe”, reiteró el analista.
El presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos del Colegio Juan XXIII, Hilarión Baldiviezo, manifestó que el modus operandi de los religiosos fue descubierto, ya que pese a tener la información necesaria sobre los casos de abuso, prefirieron callar.
“Teniendo tanta información han tratado de encubrir todos los datos que se tenía respecto a la pederastia en el colegio Juan XXIII; no obstante, se dieron cuenta de que seguir encubriendo compromete a los padres (curas) actuales”, dijo.
Resaltó que es mejor decir la verdad y recordó que propuso a las personas que cometieron errores que confiesen ante la sociedad que tuvieron ese tipo de acciones, sin la necesidad de que se investigue.
“Creo que si siguen encubriendo, ellos también van a tener una sanción, toda vez de que se está aprobando una ley en contra de los autores y encubridores”, agregó Baldiviezo.
La diputada Pamela Terrazas, quien recibió más de 25 denuncias en contra de religiosos, indicó que las personas que cometieron los vejámenes y los que encubrieron o ayudaron a cometerlos deben ser sancionados.
“La Compañía de Jesús y la Iglesia Católica deben dar la cara y en su caso asumir las sanciones que determine la justicia”, reiteró.
El 30 de mayo, la fiscal Verónica Miranda informó que se encontraron indicios de que la Compañía de Jesús había recibido denuncias de presuntos abusos sexuales. Los acusados son Alfonso Pedrajas, Luis Roma y Alejandro Mestre.
Se encontraron documentos que apuntan a denuncias recibidas por la congregación en 2020, 2021, 2022 y 2023; no obstante, estas no habrían sido puestas en conocimiento de las autoridades de la justicia ordinaria del país.
Víctimas con miedo a denunciar en la Iglesia Católica
Las víctimas de abusos sexuales y violaciones por parte de religiosos muestran reticencia al momento de hacer una denuncia en la Iglesia Católica, por lo que la Compañía de Jesús hasta ahora solo recibió dos.
La Defensoría del Pueblo registró cinco denuncias, la diputada Pamela Terrazas 25 y el Ministerio Público alrededor de 12.
El Canal de Escucha y Atención a las Víctimas creado por los jesuitas no tuvo el impacto que esperaban.
La responsable del canal, la psicóloga Sandra Carvajal, sostuvo que las limitaciones a su trabajo son fundamentalmente “la desconfianza hacia el sistema de justicia y la reticencia de algunas personas a proporcionar datos exactos y personales para presentar la denuncia”.
“Pueden existir diversas razones para esta reticencia, como miedo a represalias, falta de confianza en la confidencialidad de la información o desconocimiento de los mecanismos de protección disponibles”, sostuvo la psicóloga, según El Deber.
