El 15 de mayo, en la frontera con Chile, también fueron decomisadas armas de fuego de grueso calibre con capacidad, incluso, de penetrar blindados.
Dirigentes del Movimiento Al Socialismo (MAS) y campesinos del Pacto de Unidad solicitaron, por separado, a los órganos de seguridad del Estado investigar a “fondo” el tráfico de armas de guerra de Brasil al trópico de Cochabamba, reducto político de Evo Morales, que fue detectado por la fuerza pública.
Dentro de cajas de cartón y desarmadas, agentes antidrogas hallaron, el 19 de abril, 30 fusiles automáticos de asalto modelo AR-10, calibre 7,62 milímetros, listos para ser ensamblados y que estaban siendo enviados hacia esa zona central del país, de espesa selva amazónica.
El decomiso del cargamento de las armas, que fue informado al país recién el 22 de julio, se produjo en Santa Cruz durante un operativo ejecutado por agentes antidroga.
“Seguramente estas armas van directamente destinadas al narcotráfico, o no queremos pensar también, como dirigentes, que esto pueda ir al trópico de Cochabamba para, de repente, como ellos han amenazado constantemente que ‘a las buenas o a las malas’ van a habilitar al señor Evo Morales para las próximas elecciones, no queremos pensar que esto va a ir directamente a un segundo golpe de Estado”, declaró el vicepresidente nacional de Juventudes del MAS, José Manuel Yucra, que solicitó al Gobierno “investigar a profundidad el caso”.
Yucra, en declaraciones a la estatal Bolivia TV, no descartó que los fusiles de asalto incautados tendrían como destino “armar grupos a paramilitares en el trópico cochabambino para un segundo golpe de Estado”.
En la misma línea, el dirigente Mario Seña, de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), pidió una “investigación inmediata” del caso.
“No queremos pensar que estén queriendo armar un grupo paramilitar”.
Los fusiles automáticos de asalto, como los 30 incautados, son utilizados, según el viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, “para las actividades delictivas de grupos de narcotraficantes”.
La Paz/AEP