La velada especial tendrá lugar el martes en el auditorio del repositorio, situado en la calle Ingavi N° 916, esquina Jenaro Sanjinés, en la ciudad de La Paz.
La Paz, 17 de marzo de 2024 (AEP).- Gracias al apoyo significativo de la Embajada de Suiza en Bolivia, el Museo Nacional de Etnografía y Folklore (Musef) presentará este martes 19 de marzo, a las 19.00 horas, dos libros de la serie Coloreando la Vida —que exploran, de manera innovadora, el arte de la elaboración de textiles y cerámica—, además de un diccionario inédito de la lengua moxa de hace más de tres siglos, junto con su traducción al español.
Se trata de los documentos Coloreando la Vida N° 1 textiles, Coloreando la Vida N° 2 Cerámica y el tomo uno y dos del Arte vocabulario cathecismo menor y mayor de la lengua moxa, escrito por el padre jesuita Pedro Marban. Este último es un diccionario del año 1701, al que la Unesco reconoció como parte de la Memoria del Mundo por su invaluable valor en 2022.
Estos cuatro nuevos impresos son valiosas contribuciones de la línea editorial del Musef, parte de la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (BCB), destinadas a audiencias infanto-juveniles, investigadores, comunidades de lenguas locales y el público en general. La presentación de estos materiales tendrá lugar el martes en el auditorio del repositorio, situado en la calle Ingavi N° 916, esquina Jenaro Sanjinés, en la ciudad de La Paz.
Lápices, crayones y pintura: Los colores de nuestras raíces
En los últimos años, el museo ha generado una gama variada de producciones académicas en diferentes formatos, impresos y digitales. Ligados principalmente a personas interesadas en las temáticas propuestas, basados siempre en los bienes culturales y documentales que alberga el repositorio. Sin embargo, el Musef no es solo un espacio de convergencia académica. Ha logrado calar en diversos rangos etarios, que tienen sus propias formas de ver, entender e interpretar lo que se expone.
En este sentido, en el año 2016 se planteó el reto de realizar un nuevo formato para un público distinto. Así nace la serie El MUSEF te Cuenta, que tiene el objetivo de difundir en formato de cuentos para niños, y también adultos, las diversas colecciones que alberga el museo. Para 2017 se decide ampliar las propuestas, esta vez a un público diferente, los jóvenes y adolescentes, y se implementa la serie MUSEF en Viñetas, que, mediante un formato de comic, plasma diversas investigaciones sobre los pueblos, tanto del pasado como presente.
Con el éxito de ambas series, se vio necesario plantear una nueva, que no sea solamente lectura, e incorpore algo lúdico, interactivo y que ayude con la psicomotricidad. Así, en el año 2022 se plantea la creación de la serie Coloreando la Vida, que tiene el objetivo primero de difundir los bienes culturales que custodia el museo, con información corta pero precisa de cada objeto, pero que, como factor especial, presenta a estas piezas en blanco y negro, para que los niños puedan colorearlas. Pero no solamente podrán pintar las piezas enteras, con toda la libertad de su imaginación, sino también el desglose de algunos detalles seleccionados, como la iconografía y las formas.
Con esa propuesta, ese mismo año, gracias al convenio de cooperación institucional entre la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FC-BCB) y la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), se plantea que este trabajo sea desarrollado en el marco de un trabajo dirigido de la Carrera de Artes Plásticas y Diseño Gráfico.
Así se logró trabajar con dos estudiantes de Diseño Gráfico, quienes tenían el reto de convertir los objetos en diseños llamativos para niños sin que pierdan su esencia cultural. Y de la misma forma, hacer que cada objeto pueda contar, mediante sus detalles, la complejidad de cómo están formados, que inherentemente nos hace reflexionar sobre el conocimiento profundo que tuvieron y tienen las poblaciones indígenas del país.
A través de diferentes propuestas y diálogos con los estudiantes se obtuvieron productos que expresan la esencia de los objetos, aquello que muchas veces pasa desapercibido si no le prestamos mucha atención.
Esta nueva serie se planteó el reto de realizar dos números. El primero enfocado en la colección de textiles, que muestra, mediante ilustraciones amenas, el proceso de elaboración de un textil, desde el esquilado, pasando por el lavado, hilado, teñido, tejido y uso de la prenda en diferentes actividades.
Posteriormente se desglosan 30 textiles correspondientes a diversas regiones del país, y que integran objetos prehispánicos, históricos y etnográficos. Así podemos encontrar piezas pertenecientes a los aymaras, incas, carangas, pacajes o quechuas. Este libro está ilustrado por Marcelo Choque Apaza, con los textos informativos de Richard Mújica Angulo.
El segundo número está basado en la colección de cerámica, donde se incorpora la cadena productiva de este tipo de objetos, es decir, desde la extracción de arcilla, pasando por el amasado, moldeado, alisado, pintado y quemado. También muestra cómo fueron y son usados en contextos específicos.
Luego se despliegan 31 ceramios, que difieren en formas y colores, tomando en cuenta aquellos prehispánicos, coloniales, republicanos y contemporáneos, y representando a diferentes poblaciones del país. Como ejemplo tenemos ceramios de Tiwanaku, Omereque, Mizque, Loma Salvatierra o de Huayculí. Para este número se contó con las ilustraciones de Ángela Lima Pérez y los textos informativos de Gabriela Behoteguy Chávez.
Para el Musef es importante contar con el material impreso de ambos libros, gracias a las gestiones y apoyo incondicional de Edita Vokral, embajadora de Suiza en Bolivia. Ello evidencia el compromiso de ambas instituciones para la difusión del conocimiento en materia cultural hacia los niños, en un formato diferente, ameno e interactivo.
El repositorio estará con las puertas abiertas para que la población disfrute de estas herencias culturales y tenga la oportunidad de conocer más sobre las diversas comunidades de Bolivia, todo mientras exploran entre lápices, crayones y pinturas.
Vocabulario de Marban
Después de más de tres siglos de la primera impresión del vocabulario de moxos de Marban, publicada en 1701 y donado al Musef en 1985 por la Asociación de Amigos del MUSEF, se presentará la edición facsimilar y su transcripción al castellano actual. El documento supera las 1.600 páginas.
Durante un año se llevó a cabo la transcripción de este valioso vocabulario como parte de un trabajo dirigido con la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), encaminado por Sandra Alvarado, estudiante de Lingüística.
De acuerdo con los datos del Censo de 2012, en Bolivia aproximadamente existen más de 50.000 hablantes del moxeño y sus variantes dialectales como el moxeño ignaciano y el moxeño trinitario, asentados en los departamentos del Beni y Cochabamba.
Este documento, declarado como Memoria del Mundo en 2022 por el MOWLAC Unesco, será difundido para fortalecer y rescatar términos lingüísticos que están en proceso de desaparición.
Su autor, Pedro Marban, formó de la Compañía de Jesús, sacerdotes que llegaron al Virreynato del Perú en 1569. Tuvieron pocas locaciones en tierras altas que estaban ocupadas por otras órdenes religiosas, como los Franciscanos, Agustinos, Dominicos, Betlemitas, Mercedarios, aspecto que los obligó a desplazarse a zonas de tierras bajas, la Amazonia (Moxos) y el chaco desde 1595.
En la extensa región de Moxos, de aproximadamente 200.000 km2 (Block, 1997), unos 150.000 km2 son terrenos anegadizos, que en la estación de lluvias (octubre a marzo) se encuentran cubiertos por los caudales de aguas. La restante cuarta parte se halla en la zona de pie de monte y mesetas septentrionales de Chiquitos.
Pedro Marban (Tiedra, España, 1647 - Loreto, Virreynato del Perú. 1718) aprendió gramática en Villagarcia y posteriormente pasó a la Universidad de Salamanca. Ingresó a la Compañía de Jesús entrando al noviciado (nuevamente en Villagarcia 1663). Recibió la instrucción de “…pasar a las Indias, destinado a ocuparse en el apostólico misterio de la conversión de infieles”. La ordenación sacerdotal se realizó en Sevilla (1670). Llegando a Lima, acabó la Teología y concluyó su formación con la Tercera Probación.
Todo sacerdote que llegaba a las Indias debía saber lenguas amerindias por Instrucción del rey Felipe II del 2 de diciembre de 1578. Marban arribó a Moxos en 1675 obligado a aprender las lenguas locales, un panorama complejo por la gran variedad de idiomas vigentes.
Para 1676, en esta región existían varios idiomas. Según Marban, “Cinco son las lenguas diferentes que hay en la Provincia, la Morocosi, la Manesono, la Mopesiana, La Jubirana y la Iapimono… nosotros habemos procurado aprender la más importante (Morocosi) para lo cual nos aprovechó mucho el arte que de el la hace el Padre Julian de Aller (que llegó a la zona en 1668)…” (Marban, 1898/1676: 133-134).
Desde la llegada de Marban a Moxos, hasta la impresión del primer Vocabulario y gramática pasaron 26 años de arduo trabajo lingüístico. Según el documento de aprobación de impresión del Arte de la lengua moxa, de Antonio Garriga, para 1701 había aproximadamente 19.000 indígenas en la zona. Se consideraba a esta lengua “… la más general en aquellas provincias… Venzio al fin el zelo apostólico y cristiana industria, la intratable dificultad del Barbaro idioma, y ya dueños de la significacio, comenzaron a manejar como armas propias las vozes agenas” (Garriga, 1701).
El documento está compuesto por cuatro partes en su conjunto: Arte de la Lengua Moxa, con su Vocabulario y Cathecismo; Vocabulario de la Lengua Moxa (español – Moxeño); Segunda Parte Vocabulario de la Lengua Moxa (Moxeño – español); Cathecismo menor en Lengva española y Moxa; Cathecismo mayor en Lengva española y Moxa, conformada por 880 páginas.
El interés de reimprimir este documento se enfoca en entender la pervivencia o desaparición de las palabras presentes en sus dos diccionarios: castellano moxeño, moxeño castellano; o en los catecismos mayor y menor también sirven para el estudio, a pesar de ser documentos para el proceso de cristianización de la cotidianidad de las formas de vida, el pensamiento, la filosofía y ontología moxeña.
La claridad en el uso de esta lengua por varones y mujeres es enfatizada por Marban: “Si el hombre refiere el dicho de una mujer, o la mujer el de vn hombre, han de hablar con los pronombres pertenecientes a cada vno” (Marban, 1701: 6) que permite intuir equilibrio de género en las relaciones sociales.
Una experiencia bastante singular de Marban en su estadía en Moxos se refería a que las mujeres se admiraban sobre el hecho de que otra mujer criará a un huérfano recién nacido como fue Pedro Marban y “… tuvieron tanta dificultad en creerlo, que me dijeron crasamente que mentía…” (Marban, 1676 (1898b): 155)), porque no podían entender como otra mujer podía dar de lactar a otro bebé que no fuera suyo.
Aunque en la terminología que después rescata Marban en su vocabulario se refiere a “Huerfano de madre, Moenourê” y al “Huerfano de Padre y Madre, nitapohirubó” (Marban, 1701: 267) y que probablemente pueda utilizarse para niños o niñas mayores que dejaron de lactar y por eso podían vivir.
El documento de Marban y su estudio lingüístico permiten entender la organización de los sistemas de parentesco, relaciones de género, las construcciones míticas, políticas, agrícolas, hidráulicas, entre otras de estas sociedades a partir de sus ontologías.
Además, el libro presenta un estudio de la transcripción por parte de Sandra Alvarado y un recuento del valor histórico del documento de Marban y el trabajo de los Jesuitas a cargo de Milton Eyzaguirre.