Con el impulso del Gobierno y comunidades locales, estos destinos reúnen riqueza paisajística, herencia cultural y vocación por un turismo sostenible, por lo que se consolidan como referentes en Bolivia.
También conocido como palacio de gobierno, recibió en 2019 el Escudo Azul de la Unesco, un emblema que protege bienes culturales marcando su importancia como patrimonio.