Analistas coinciden en que las medidas aplicadas por el Gobierno, en el marco del modelo económico, permitieron afrontar momentos de crisis especulativas.
La Paz, 17 de mayo de 2023 (AEP).- El gobierno del presidente Luis Arce logró superar seis crisis de especulación de precios y alimentos gracias a medidas como la subvención y el potenciamiento del mercado interno, aplicadas en el marco del Modelo Económico Social Comunitario Productivo.
Actualmente, en Bolivia se subvenciona la gasolina, diésel, gas, electricidad, maíz, trigo y otros alimentos, como la carne de pollo, cerdo, leche y huevo, para que el precio de estos se mantenga estable.
Además, mediante el Decreto Supremo (DS) 4680 se garantizó el abastecimiento de alimentos estratégicos a precio justo en el mercado nacional, como el azúcar, leche, huevo y carnes de pollo, cerdo y res.
Ambas medidas, entre otras, permitieron al Gobierno afrontar y superar las varias crisis de especulación de precios y alimentos, originados por diversos sectores, entre productores y mayoristas, que buscaron desestabilizar la economía del país afectando no solo el abastecimiento, sino también la estabilidad de precios.
Una primera crisis se presentó con la supuesta escasez de maíz en mayo de 2022, cuando desde el sector productor se usó como excusa el desabastecimiento del principal alimento de los pollos para incrementar el precio de la carne de esa ave en los mercados.
Un segundo momento de crisis se vivió en enero de 2023, cuando en los mercados —principalmente del altiplano del país— se elevó de forma brusca el precio de la carne de res y hubo agio por parte de los productores en Santa Cruz.
Una tercera crisis se produjo en octubre de 2022, cuando productores pretendieron subir el costo de la carne de cerdo en los mercados del país.
La cuarta crisis se presentó como consecuencia del paro de 36 días convocado por cívicos y sectores extremos en Santa Cruz. Esta medida no solo provocó la pérdida de millonarias cifras en desmedro de la economía boliviana, sino que también restringió el envío de alimentos al resto del país. Esto provocó cierto desabastecimiento y el encarecimiento de los productos de primera necesidad.
La cuarta y quinta crisis se presentó recientemente con el incremento del precio del huevo y la carne de pollo en los mercados, provocado por los mayoristas con la excusa del efecto de la gripe aviar en muchas granjas de Cochabamba.
A propósito de los sectores que provocaron estas crisis de alimentos, el analista económico Miguel Clares opinó que “existen fuerzas opositoras cuya conducta podría ser considerada irresponsable, ya que parecen estar motivadas por intereses políticos y buscan obstaculizar el progreso económico mediante un boicot económico”.
Indicó que en 2020 se evidenció claramente que estos actores “priorizan sus propios intereses” en lugar de los del país. Su estrategia se basa en “difundir desinformación y especulaciones para socavar” los logros alcanzados.
Asimismo, el analista económico Martín Moreira expresó que el “modelo económico ha permitido la subvención y, por eso, se ha mantenido una estabilidad en todos los precios, no solamente de alimentos”.
“Hay subvenciones directas y subvenciones indirectas. Estas últimas permiten que el Estado regule, a través de las exportaciones, este tipo de subvenciones y, de esa manera, la carne de res, de pollo, de cerdo y los huevos se mantienen en el precio”, explicó.
El analista puntualizó que luego de afrontar estas crisis, Bolivia demuestra que es posible superarlas con base en una economía que busca mejorar las condiciones de vida de su población y, principalmente, fortalecer el aparato productivo con la industrialización.
“Los subsidios, la regulación del comercio exterior de productos agrícolas, la política de control de precios y la implementación de empresas estatales distribuidoras de alimentos han contribuido en gran medida a fortalecer la economía de Bolivia y lograr esa estabilidad de precios sin una elevación de la inflación”, acotó.
