Distribuidas en distintas regiones del departamento, abarcan sectores como alimentos, textiles, agroindustria, química, metalurgia y transformación de productos amazónicos y andinos.
El departamento de La Paz avanza con paso firme hacia su transformación económica. El presidente Luis Arce destacó que, con la implementación de 36 plantas industriales y una inversión cercana a los Bs 2.600 millones, la región se consolida como un polo productivo y de desarrollo de referencia a nivel nacional.
HORIZONTE
“La industrialización es nuestro horizonte. La Paz no solo es sede de Gobierno y capital histórica; ahora también se perfila como un centro estratégico de producción nacional”, afirmó el mandatario durante los actos oficiales por la gesta libertaria del 16 de julio. Las obras industriales en curso se articulan al modelo económico de sustitución de importaciones, con el objetivo de diversificar la economía y fortalecer el mercado interno.
Las plantas industriales, distribuidas en distintas regiones del departamento, abarcan sectores como alimentos, textiles, agroindustria, química, metalurgia y transformación de productos amazónicos y andinos. Varias ya están en operación o fase final de construcción, mientras otras avanzan en estudios técnicos y ejecución física.
OBJETIVO
Según el Gobierno, el objetivo no es solo industrializar por industrializar, sino impulsar cadenas de valor locales, generar empleo, fomentar la innovación y fortalecer la producción con identidad regional.
Los avances en las plantas también tienen un fuerte componente de inclusión y descentralización. Al industrializar en distintas zonas del departamento —desde el altiplano hasta la amazonia— se busca equilibrar el desarrollo territorial, generar empleos locales y aprovechar los recursos y saberes propios de cada región.
La apuesta industrial se complementa con inversiones en caminos, salud, educación y acceso al crédito. “El desarrollo no puede ser parcial. Por eso impulsamos un enfoque integral: infraestructura para conectar, educación para innovar, salud para cuidar y crédito para emprender”, señaló Arce.
Con esta visión, el Gobierno plantea que La Paz deje de ser vista solo como un centro político-administrativo y se proyecte como motor económico del occidente boliviano, capaz de competir y colaborar con otras regiones del país en la generación de bienes, servicios y exportaciones con valor agregado. Como parte de esta planificación también destaca la Marcha al Norte.
“Creemos en el potencial de este pueblo y en su capacidad de liderar la transformación productiva de Bolivia (...). ¡No hay marcha atrás, la industrialización y la Marcha al Norte, es el futuro, la unidad es nuestra fuerza y el pueblo es el verdadero protagonista de la transformación!”, afirmó el Presidente.
La Paz, con su riqueza natural, diversidad cultural y ubicación estratégica, entra así en una nueva fase de su historia: la de un departamento que produce, transforma y lidera el futuro económico del país.
AEP