Al iniciar su quinto año, el Presidente reafirmó su compromiso de seguir trabajando para diversificar la base productiva del país.
En su informe por los cuatro años de gestión, el presidente Luis Arce reafirmó su compromiso con la industrialización de Bolivia como estrategia fundamental para reducir la dependencia económica del país hacia el exterior y fortalecer su capacidad productiva. Según el mandatario, esta política, planteada desde el inicio de su gobierno, representa la vía hacia una transformación estructural de la economía boliviana.
“La industrialización de Bolivia no es solo una promesa; es la ruta hacia la transformación estructural de nuestra economía. Industrializar nuestro país significa reducir nuestra dependencia externa, fortalecer nuestra capacidad productiva y construir una economía sostenible, soberana y con capacidad exportadora”, destacó.
Arce recordó que Bolivia atravesó un periodo de bonanza en el sector de hidrocarburos hasta 2014, cuando la producción alcanzó su punto máximo.
Sin embargo, a partir de entonces, según el Presidente, decisiones desacertadas de gestiones anteriores afectaron negativamente la industria, ya que se priorizó la explotación sin inversiones en exploración y desarrollo.
“Hoy, la producción de hidrocarburos ha caído drásticamente, afectando los ingresos de nuestro país y generando una disminución del 54 por ciento en la producción desde aquel auge. En un contexto de iliquidez de divisas, esta falta de previsión en el sector energético es uno de los factores detrás de los retos económicos que enfrentamos ahora”, subrayó.
Desde el inicio de su mandato, el mandatario ha priorizado el fortalecimiento de una base productiva diversificada, apuntando no solo a sustituir importaciones, sino también a exportar productos bolivianos de calidad al mundo.
Actualmente, Bolivia avanza en la construcción de más de 170 plantas industriales en todo el país, de las cuales la mayoría son nuevas iniciativas que responden a la visión productiva del Gobierno.
De acuerdo con el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, la edificación de estas industrias representa una inversión de más de Bs 32.000 millones.
Entre los proyectos estratégicos, Arce destacó las plantas de procesamiento e industrialización de litio; el desarrollo del Mutún; la producción de biodiésel; la industria farmacéutica; la química básica; y la industria del zinc.
A esto se suman plantas procesadoras de alimentos, bioinsumos e industrialización de la hoja de coca, que, según el mandatario, representan un paso firme hacia una Bolivia verdaderamente industrializada.
Arce reafirmó su compromiso de seguir trabajando para diversificar la base productiva del país, no solo para sustituir importaciones, sino para industrializar Bolivia. “Avanzamos en la ruta hacia una Bolivia verdaderamente industrializada, con empleo, producción y una economía que beneficia a todas y todos los bolivianos”, dijo.
La Paz/AEP