El dato lo reveló durante su participación en la Cumbre del Clima que se realiza en el marco del 80 Periodo de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Bolivia sentó las bases para acceder a financiamiento climático con un primer programa de reducción de emisiones por deforestación y degradación de bosques en el territorio autónomo Guaraní Charagua Iyambae, en el departamento de Santa Cruz, informó el presidente Luis Arce.
El dato lo reveló durante su participación en la Cumbre del Clima que se realiza en el marco del 80 Periodo de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
“Hoy Bolivia puede afirmar que ha dado un paso histórico. El pasado 15 de julio de este año nuestro primer programa de reducción de emisiones por deforestación y degradación de bosques, impulsado por el gobierno indígena originario campesino de Charagua Iyambae, en nuestro país, fue certificado en la plataforma de Naciones Unidas, posicionándonos en el mercado internacional de carbono con créditos de alta integridad y bajo liderazgo indígena”, precisó en su discurso de poco más de seis minutos.
Definió el hecho como un hito, que no solo visibiliza el interés y compromiso de Bolivia con el clima y el medio ambiente, sino que “también demuestra que hemos sentado las bases para acceder al financiamiento climático cumpliendo ya tres de las cinco condiciones habilitantes y consolidando capacidades estatales y comunitarias”.
Convertida en 2017 como la primera Autonomía Indígena Originaria Campesina de Bolivia, Charagua Iyambae es la entidad con mayor extensión territorial en Bolivia, con una superficie superior a 74 mil kilómetros cuadrados (5,6% del territorio nacional).
Gran parte de ese territorio (aproximadamente 68%), se encuentra bajo algún nivel de conservación en el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Otuquis, en el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Kaa Iya, además de 3 áreas protegidas indígenas: Ñembi Guasu, Irenda y Guajukaka.
El bloque conformado por el Parque Nacional Kaa Iya, el ACIE Ñembi Guasu y Parque Nacional Otuquis conforman, dentro del Gran Paisaje Chaco-Pantanal, un bloque de 5,8 millones de hectáreas, un área más grande que Bélgica o que Los Países Bajos, constituyéndola en el área conectada bajo conservación más grande de América del Sur, recoge el portal Nativa Bolivia.
Precisamente estas cualidades del territorio fueron elogiadas por el presidente ante los representantes de varias naciones del mundo.
“Con vastas zonas boscosas y un sólido potencial de mitigación y co-beneficios sociales, nuestro modelo es replicable a escala nacional, especialmente en áreas protegidas, para asegurar conservación efectiva y desarrollo con justicia climática”, aseguró.
Bolivia cuenta con un registro de programas y proyectos en pleno desarrollo y avanza en su consolidación junto con otros instrumentos de gestión.
Con ese fin se fortaleció el Sistema de Información de Salvaguardas para garantizar transparencia, derechos y no daño. También se desarrollará un mecanismo de distribución de beneficio justo y transparente que priorice a quienes cuidan los bosques.
Con ese respaldo, Arce invitó a la cooperación internacional y a los mercados acompañar este esfuerzo.
“Bolivia está lista para ampliar resultados medibles, verificables y de alta integridad que protejan la Amazonía y todos nuestros ecosistemas, generando bienestar para nuestros pueblos y contribuyendo de manera concreta a la meta global de limitar el calentamiento del planeta”, explicó.
Y añadió: “Hemos asumido, como país, el compromiso de realizar reducciones significativas y drásticas de deforestación del bosque amazónico al 2030 y fortalecer la conservación integral de nuestros bosques; sin embargo, sin la provisión del financiamiento por adelantado hoy y ahora, esta tarea se vuelve imposible”.
Por ello, planteó que el Fondo de Bosques para Siempre, liderado por el Brasil y que será lanzado en la COP 30, incorpore la “provisión de recursos anticipados ex ante para el cumplimiento de los resultados futuros”.
Con el Fondo se pretende remunerar a los países por la preservación de los bosques tropicales, reservando el 20 % para los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales. El mecanismo, que se lanzará oficialmente en la COP30, tiene el potencial de convertirse en uno de los mayores fondos multilaterales del planeta.
Será presentado en la cumbre sobre cambio climático que se realizará en Belém, Brasil en noviembre de este año.
Al destacar la importancia de la cumbre de Belém, el presidente boliviano afirmó que el multilateralismo es el único camino para superar la emergencia climática.
En el caso de Bolivia, las emisiones de gases de efecto invernadero son mínimas, pero asume la “responsabilidad con el Acuerdo de París”, a diferencia de otras naciones.
Ahí apuntó a los Estados Unidos. Dijo que una solución real a la crisis climática también tiene que incluir el compromiso de los Estados Unidos, el país con mayores emisiones históricas globales para cumplir con sus obligaciones climáticas en el marco del Acuerdo de París.
“El paradigma occidental capitalista antropocéntrico ha puesto a la humanidad frente a la mayor amenaza de su historia: la crisis climática, creando una realidad en la que paradójicamente los países en desarrollo, que no somos los culpables, sufrimos los impactos más graves”, denunció.
Por ello, demandó que todos los países asuman sus compromisos para vivir bien, en equilibrio y armonía con la Madre Tierra, en el marco de los principios de equidad y responsabilidades comunes, pero diferenciadas.
Argumentó que los países desarrollados deben tomar el liderazgo en la solución de la crisis climática y garantizar financiamiento, transferencia tecnológica y fortalecimiento de capacidades para los países en desarrollo.
“El mensaje principal de los países desarrollados, que no hemos escuchado en esta cumbre, debería ser alcanzar la neutralidad del carbono (cero de emisiones netas) a más tardar al año 2035 y emisiones negativas con posterioridad”, enfatizó.
ABI