El gobierno del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), mediante Decreto Ley No. 3128 (1952), puso en vigencia el VOTO UNIVERSAL; en 1956, por primera vez, sufragaron hombres y mujeres —mayores de 21 años— de las áreas urbana y rural.

La visita de Javier Milei a España para arropar a la ultraderechista VOX, reunirse con líderes neofascistas europeos y presentar su libro —en el que se había falseado que es doctor en Economía y que se graduó en la prestigiosa Universidad de Buenos Aires, cuando la verdad es que fue en una privada carente de prestigio— se estima que costará más de medio millón de euros al hambreado pueblo argentino.

Lo hecho durante el golpe de Estado de 2019, el gobierno de facto de Jeanine Añez, los 36 días de paro indefinido delictivo, los delitos cometidos por la aprehensión y detención preventiva de Luis Fernando Camacho, gobernador de Santa Cruz, los fracasos de los cabildos ilegales y del proceso revocatorio contra el Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, sus gritos orgullosos de ¡Los collas deben irse de Santa Cruz! y ¡Santa Cruz jamás de los jamases va a ser masista!

El régimen israelí, mediante “su guerra”, eliminó físicamente a más de 36 mil palestinos, de los cuales más de la mitad fueron niños y mujeres; sumado a ello, la pulverización de la infraestructura en la Franja de Gaza, que al presente son más de 37 millones de toneladas, según el Servicio de Acción Contra Minas de Naciones Unidas (UNMAS), las cuales de acuerdo con expertos tardarán en ser retiradas más de dos décadas, pero no solo ello, sino que junto a los escombros hay materiales explosivos que no están detonados. Ahora solo imaginemos: ¿cómo habría actuado EEUU o un país europeo si Corea del Norte o Cuba hubiesen bombardeado sus territorios?

Lamentablemente la política argentina se ha deslizado por un tobogán en donde a un disparate se le suma otro cada vez peor.

Definitivamente en siete meses de una masacre global continua del pueblo palestino en Gaza, con 35.500 bebés, niños, mujeres, ancianos, adultos asesinados, y posiblemente algunos militantes de Hamás o la Yihad, el conflicto no tiene fin pese al clamor mundial y al silencio efectivo del Occidente.