En un mundo cada vez más polarizado, en el que impera una retórica belicista, la voz del presidente Luis Arce es un recordatorio necesario de que la paz no es una utopía, sino una opción viable y necesaria.
El mandatario boliviano, desde la plataforma privilegiada que ofreció la Cumbre del G20 en Río de Janeiro, expresó una postura que merece atención global: la solución a los conflictos no radica en más armamento, sino en más diálogo.