La reciente condena de la ONU al ataque aéreo israelí en una zona humanitaria de Gaza es un sombrío y recurrente recordatorio de la catástrofe que se desarrolla ante nuestros ojos.
Con más de 41.000 vidas palestinas perdidas, según el Ministerio de Salud de Gaza, nos enfrentamos a una crisis humanitaria de proporciones inimaginables, una que desafía los principios más básicos de la humanidad y el derecho internacional.