Han pasado tres años desde la detención de la exsenadora Jeanine Añez, quien se autoproclamó presidenta en noviembre de 2019, y aún las heridas causadas por su corto y sangriento régimen siguen abiertas en el corazón del pueblo boliviano.
Las víctimas de su administración claman por justicia, un reclamo que resuena con fuerza en todo el país.