La elección de Bolivia como miembro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para el periodo 2025-2027 es un avance importante en la trayectoria del país en el escenario internacional.
Este logro no solo representa un reconocimiento a los esfuerzos de Bolivia en la promoción y protección de los derechos humanos, sino que también conlleva una gran responsabilidad en la defensa de estos principios fundamentales a nivel global.



