En un momento en que muchos países luchan por mantener a sus estudiantes en las aulas, Bolivia demuestra cómo la inversión estratégica y el compromiso estatal pueden transformar el panorama educativo de una nación.
El Bono Juancito Pinto, una iniciativa que comenzó en 2006, se ha convertido en un pilar fundamental de la política educativa boliviana, logrando resultados que muchos considerarían imposibles hace apenas dos décadas.