La revelación sobre la investigación del golpe de Estado fallido del 26 de junio arroja luz sobre una conspiración de proporciones alarmantes que amenazó la estabilidad democrática de Bolivia.
Con 34 personas bajo investigación y 25 ya aprehendidas, el velo que cubría esta trama golpista comienza a levantarse y deja al descubierto una red compleja y bien organizada.