El mensaje del presidente Luis Arce a la nación marca un punto de inflexión en la crisis que atraviesa Bolivia.
Después de 19 días de un bloqueo que ha dejado 70 heridos —61 de ellos policías— y pérdidas superiores a los 1.700 millones de dólares, el mandatario puso las cartas sobre la mesa: o se levantan los bloqueos, o el Estado ejercerá sus facultades constitucionales para proteger el interés colectivo.