Las declaraciones del presidente Donald Trump sobre Gaza representan uno de los planteamientos más peligrosos y desconectados de la realidad que se hayan escuchado en la política estadounidense moderna.
Su propuesta de que Estados Unidos tome control del territorio y desplace forzosamente a dos millones de palestinos no solo ignora el derecho internacional sino que desprecia el costo humano devastador que ya ha cobrado este conflicto, con cerca de 47.000 vidas palestinas perdidas.