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Por memoria, verdad y justicia

Memoria, verdad y justicia. La crisis y la violencia política de 2019 se saldaron con el desconocimiento de las elecciones que dieron como ganador al MAS, bajo el discurso del fraude; el quiebre constitucional y la autoproclamación de Jeanine Añez como presidenta; la represión socapada por el “decreto de la muerte” 4078; las masacres de Sacaba y Senkata con 21 fallecidos por impactos de bala; persecuciones, torturas, racismo... graves violaciones a los derechos humanos. Esto no puede quedar impune.

Transparencia y responsabilidad hasta el último día

La decisión del presidente Luis Arce de invitar formalmente a los candidatos Rodrigo Paz y Jorge Quiroga para exponerles la situación económica del país y coordinar respuestas inmediatas a la crisis de combustibles representa mucho más que un gesto protocolar.

Judicialización, una nueva amenaza a la industrialización del litio

El presidente Luis Arce advirtió que la decisión del Tribunal Agroambiental de La Paz de suspender el tratamiento de los contratos del litio en la Asamblea Legislativa Plurinacional, por supuestas vulneraciones medioambientales, es un grave precedente de judicialización de la economía estatal.

Defender la amazonia

La amazonia se encuentra en riesgo y requiere de acciones palpables e inmediatas para evitar que avance hacia una muerte inevitable. Por ello, en la Quinta Cumbre de Países Amazónicos, celebrada en la capital colombiana, Bogotá, el presidente Luis Arce ratificó el compromiso de Bolivia con la protección de este bosque tropical —que es el más grande del mundo—, lo que está en consonancia con la política de cuidado del medioambiente y de los derechos de la Madre Tierra reconocidos por la legislación boliviana.

Son nueve países que comparten los casi 7 millones de kilómetros cuadrados de esta reserva con la mayor biodiversidad del planeta, con millones de especies de animales y plantas: Brasil, Bolivia y Perú —que cuentan con una buena parte de su extensión—, y Colombia, Ecuador, Venezuela, Guyana, Surinam y la Guayana Francesa. Hoy, esta selva amazónica afronta una crisis sin precedentes por la degradación ambiental, la pérdida de su biodiversidad y la vulneración social de sus guardianes: los pueblos indígenas.

Para salvar esta riqueza, Arce pidió la unidad de los países amazónicos, fortaleciendo la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) para asumir los retos clave de la región con miras a la venidera Conferencia de la Organización de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) de Belém, Brasil, asumiendo el liderazgo de los indígenas que habitan este territorio desde tiempos milenarios, mediante acciones que traduzcan sus voces en políticas que respeten sus cosmovisiones y modos de vida. 

En este marco, el país apoya el establecimiento de un mecanismo financiero que capte y distribuya recursos de manera justa, priorizando proyectos comunitarios y acciones de conservación con beneficios reales para las poblaciones locales; el Mecanismo de Pueblos Indígenas, de la OTCA, y el Mecanismo Conjunto Amazónico de Mitigación y Adaptación para la Gestión Integral y Sostenible de los Bosques, propuesto por Bolivia para detener la deforestación hasta 2030, además de la Red Amazónica del Clima.

Además, el Estado boliviano ha dado pasos históricos para el desarrollo integral de la amazonia: se reactivó la Comisión Nacional Permanente de la Amazonía, en Cobija, Pando, para generar propuestas hacia una agenda regional y global; con el Banco de Desarrollo Productivo (BDP) se dio paso a la inédita emisión de Bonos Verdes en el mercado de valores del país; y se inscribió el primer Programa REDD+ (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los bosques) con participación indígena.

Eso no es todo, Arce resaltó que Bolivia atendió el llamado de Brasil para participar en la conformación del Fondo de Bosques Tropicales para Siempre (TFFF, por sus siglas en inglés) y expresó su interés de integrarlo; y convocó a la urgente constitución del Panel Intergubernamental Técnico-Científico de la Amazonía, aparte de brindar su apoyo a la Red Amazónica de Autoridades Forestales y del Agua, espacios para contar con datos que guíen las políticas de los países amazónicos y para aplicar una gestión coordinada.

La amazonia requiere de un compromiso para resguardar el hábitat verde de pueblos indígenas, fauna y flora que lidian con mafias transnacionales, deforestación, incendios forestales y más... Bolivia apunta a una lucha conjunta, soberana, con soluciones que reconcilien desarrollo sostenible, Vivir Bien, economía y reproducción de la vida, para enfrentar —como dijo Arce— al verdadero enemigo amazónico: el modelo capitalista, antropocéntrico y eurocéntrico que pone en riesgo la vida misma en el planeta Tierra.

Cuando quedarse es grandeza

Las declaraciones del presidente Luis Arce sobre su permanencia en Bolivia tras concluir su mandato el próximo 8 de noviembre revelan mucho más que una simple decisión personal.

En sus palabras se encuentra el retrato de un verdadero estadista, un hombre público que entiende que la grandeza política no se mide por los privilegios que se obtienen, sino por la coherencia con la que se vive después del poder.

La industrialización del litio en grave riesgo

Oscuros intereses políticos de la derecha, y sus empresarios y ONG afines, sabotean los contratos, lo que lleva a pensar que quieren manejar a su antojo el destino del litio, sin garantizar soberanía y que los réditos se queden para los bolivianos.

El presidente Luis Arce advirtió que, si el siguiente gobierno y la nueva Asamblea Legislativa Plurinacional no aprueban y viabilizan los contratos de litio gestionados con empresas de China y Rusia, el país perderá una enorme inversión y una oportunidad clave para la industrialización.

“Estábamos a punto de viabilizar los contratos para industrializar el litio con una inversión de cerca de $us 2.000 millones, pero deliberadamente el evismo y la derecha se aliaron para no aprobarlos”, dijo el miércoles el mandatario en una entrevista con un medio internacional. Es importante repasar cómo se lograron los acuerdos —que en realidad son precontratos que deben ser avalados por el Legislativo— con ambas firmas, que son referentes mundiales en el rubro. Solo así quedan claras su valía y necesidad.

Tras un largo proceso de negociación y rigurosa selección, Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB) firmó convenios con la china CBC y la rusa Uranium One Group. La primera invertirá $us 1.030 millones en dos plantas de extracción directa de litio (EDL) con capacidad de producción de 10.000 y 25.000 toneladas al año, respectivamente; mientras que el consorcio ruso construirá una planta para producir 14.000 t/año, con una inversión superior a los $us 970 millones. Cumpliendo la CPE y las leyes, se remitió los acuerdos mismos a la ALP para su aprobación y validación; pero en esta instancia enfrentan un bloqueo injustificado y plagado de manipulación y desinformación.

¿Dieron algún asambleísta o alguno de los activistas y dirigentes que se oponen a los contratos, argumentos sólidos para esta postura? En ningún momento. En contrapartida, el detalle de los documentos avala los numerosos beneficios, más allá de la de por sí importante inversión inicial: se producirá no solo materia prima, sino carbonato de litio de alta pureza, grado batería; se industrializará baterías de litio; el Estado boliviano mantiene participación soberana en toda la cadena de producción y comercialización; la tecnología EDL es más eficaz y veloz y, por tanto, más amigable con el medioambiente; se asegura ingresos por venta, regalías, impuestos y múltiples beneficios colaterales por la industrialización y su consecuente movimiento económico

Oscuros intereses políticos de la derecha, y sus empresarios y ONG afines, sabotean los contratos, lo que lleva a pensar que quieren manejar a su antojo el destino del litio, sin garantizar soberanía y que los réditos se queden para los bolivianos.

Hay que tomar conciencia de otro gran perjuicio: que se pierde tiempo; se desaprovecha un trabajo serio y metódico de más de cuatro años: dos convocatorias internacionales, filtros de calidad, evaluación de propuestas, desarrollo de tecnología. Por otro lado, se pierde la oportunidad de recibir al menos $us 2.000 millones a corto y mediano plazo, una considerable inyección de recursos para diferentes niveles.

AEP

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