El golpe de Estado fallido en Bolivia, frustrado gracias a la valentía del presidente Luis Arce y la determinación del pueblo boliviano, marca un punto de inflexión en la historia reciente del país.
La detención del general Juan José Zúñiga y el vicealmirante Juan Arnez Salvador, principales cabecillas de esta aventura antidemocrática, es un paso crucial en la defensa del orden constitucional. Sin embargo, este episodio deja interrogantes que exigen una investigación profunda y transparente.



