Desde hace algunas semanas, el sistema financiero boliviano está siendo blanco de una serie de ataques inusitados, los cuales se intensifican a través de especulaciones y difusión de información falsa o errónea a través de las redes sociales. Estas arremetidas no tienen otra finalidad que generar zozobra en la población, promover un ambiente de crisis, para que luego gente inescrupulosa trate de sacar provecho de esta situación.

La semana pasada concluyó con movilizaciones callejeras del magisterio y para esta semana que ya comenzó se anunciaron similares medidas, incluso se habló de bloqueo de carreteras, un total perjuicio para todos, principalmente para quienes viven en la sede de gobierno.

Los nueve años que está a punto de cumplir el servicio de teleféricos en la ciudad de La Paz posicionan a esta urbe a la vanguardia boliviana en esta materia, con algunos incidentes a lo largo de este tiempo. Aunque las cabinas parecieran ‘volar’ por cables, hay un sentimiento de seguridad en los usuarios de este medio de transporte todos los días.

El lunes, ya marcado por una débil convocatoria que se hizo evidente en el transcurso de la jornada, iniciaba el primer día de paro promovido por el Comité Cívico Potosinista (Comcipo), atribuyendo esta medida de presión a la aprobación de una Ley del Litio y Recursos Evaporíticos. En paralelo, organizaciones campesinas bloquearon carreteras por una supuesta demanda de obras para su región.

Las declaraciones vertidas por Richardson parecen no ser casuales, ya que se dan en un contexto en el que actores de oposición, como el Comité Cívico Potosinista (Comcipo), asumen posiciones radicales y convocan a un paro de 72 horas.